Mons. Martínez Perea: "No gasten su juventud antes de estrenarla"

  • 20 de septiembre, 2016
  • San Luis (AICA)
Los jóvenes de San Luis celebraron su Jubileo junto al obispo diocesano, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, quien les pidió que "vivan enamorados, permanezcan fieles a Jesucristo que los mira para que sean felices, y sean firmes". Asimismo, les aconsejó: "No gasten su juventud antes de estrenarla". Desde diversas localidades peregrinaron hacia la Puerta Santa de la parroquia Nuestra Señora de la Guardia, de la localidad serrana de El Volcán, donde compartieron una jornada fraterna.
En el marco el Año de la Misericordia, la diócesis de San Luis celebró el 17 de septiembre el Jubileo de los Jóvenes, en coincidencia con la XII Jornada Diocesana de los Jóvenes. La actividad se desarrolló con el lema: "Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia". Los jóvenes se congregaron en el predio del Seminario Diocesano San Miguel Arcángel, junto a la parroquia Nuestra Señora de la Guardia, en la localidad serrana de El Volcán. El Seminario Diocesano y la Pastoral de Jóvenes trabajaron en forma conjunta para la acogida de los jóvenes que, desde diversas localidades, peregrinaron hacia la Puerta Santa de la parroquia Nuestra Señora de la Guardia. Allí compartieron deportes, juegos, entretenimientos, momentos de meditación y de oración, acompañados por numerosos sacerdotes que administraron el sacramento de la reconciliación. Además, el obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, celebró la Eucaristía que fue concelebrada por el presbítero Federico Kunz, delegado de la Pastoral de Juventud. En su homilía, el prelado dirigió la atención sobre diversos pasajes del Evangelio en los que Jesucristo se encontró con jóvenes, para reflexionar sobre el amor a Dios y al prójimo como fundamento de la ley en orden a nuestra salvación, y llamó "a ser fieles a la mirada de Jesús". "Hoy ustedes han sido mirados por Jesucristo, la mirada amorosa del Señor siempre busca el mayor bien de cada uno. Es una mirada transformadora que nos pone de cara al futuro y nos llama a invertir la vida en lo que realmente vale la pena. Ustedes han sido llamados a grandes cosas, a ser felices", expresó. Y agregó: "Asuman con fidelidad el modo en que Dios los mira y les habla. Pregúntense en qué invierten su vida. No gasten su juventud antes de estrenarla. Vivan cada cosa a su tiempo, sean fieles a la juventud que Dios les dio como hombres y mujeres, úsenla para el bien". Llamándolos a meditar sobre el sentido de la vida, el pastor los invitó: "Vivan desde hoy tal y como quisieran ser al momento de su muerte, siendo fieles al modo de vivir y de amar cristiano, no dejándose llevar por el viento de cualquier doctrina. Sean personas firmes, con ideales claros porque han sido mirados por Jesucristo". El obispo les recordó que "el Señor ha puesto el fundamento de la ley en el amor a Él y al prójimo, para que cumpliendo los mandamientos alcancemos la vida eterna. Él nos ha enseñado: ?El que me ama, cumple los mandamientos?. Cuando uno está enamorado nada cuesta, por eso hoy examinémonos en el amor al bien, que nos llena de plenitud. Sean fieles a Dios y a sus promesas en cada detalle, en lo poco: En sus casas y con sus padres, con sus amigos, al grupo al que pertenecen". El obispo concluyó dejándoles tres consignas: "Vivan enamorados, permanezcan fieles a Jesucristo que los mira para que sean felices, y sean firmes", tras lo que invocó a Nuestra Señora de la Guardia para que "los tenga bajo su custodia". Tras la bendición del obispo, los jóvenes se dirigieron en procesión con antorchas hacia la Puerta Santa portando una cruz, con la que ingresaron al templo para la oración de acción de gracias. Finalmente, la jornada jubilar culminó con un fogón en el que la música fue expresión de la alegría vivida durante este día.+