Cardenal Poli: Santa Rosa nos muestra que sólo vale la pena gloriarse en el Señor

  • 1 de septiembre, 2016
  • Buenos Aires (AICA)
Con motivo de la fiesta de Santa Rosa de Lima, se celebró el 30 de agosto en la basílica y parroquia a ella dedicada en Buenos Aires, la misa en honor de la patrona de América y de las Filipinas, que fue presidida por el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina. En su homilía, el purpurado destacó la figura de la Santa en la historia de la patria y la describió como "el ejemplo de desinterés y solidaridad que debía tener todo patriota para construir el bien común de la Nación".
La basílica de Santa Rosa de Lima, en el barrio porteño de Balvanera Sur, recibió durante la jornada del 30 de agosto a cientos de fieles que se acercaron a venerar a su santa patrona. A las 16, una procesión llevó sus reliquias, su imagen y las banderas de los países latinoamericanos por las calles. La comunidad peruana en Buenos Aires acompañó la caminata y las misas. Finalizada la procesión, se entonaron en la basílica los himnos nacionales de la Argentina y del Perú, y a las 19 se celebró la Eucaristía, presidida por el cardenal Mario Aurelio Poli, quien destacó la importancia de Santa Rosa en la historia argentina y su intercesión en el camino de la Independencia del país. "A la luz de su vida intensa y bella, Santa Rosa nos muestra que sólo vale la pena gloriarse en el Señor, quien todo lo puede. Esto es, gloriarse de tener a Dios como amigo íntimo y reconocer que todo lo recibimos de Él", manifestó el arzobispo, y pidió "que la ofrenda de amor nos contagie el modo de agradar a Dios en la vida cotidiana, al estilo de ?Rosita?". El cardenal Poli recordó a la santa como una joven que "poco a poco fue distinguiéndose del común de los jóvenes de su época, ciertamente por los valores del espíritu, de la caridad y el servicio". "Su amor y asistencia a indios, negros y enfermos, y su delicada caridad para con los pobres en general, resumía para los congresales el ejemplo de desinterés y solidaridad que debía tener todo patriota para construir el bien común de la Nación", expresó. El arzobispo resaltó también el camino a la santidad de Rosa, su encuentro con Dios: "Buscando su rostro en la oración, vistiendo el torso desnudo del Maestro en la cruz, con sus penitencias, ayunos y sacrificios, sirviéndolo en los pobres y enfermos", y aseguró que "Él la atrajo a su Reino por el camino seguro de la Gracia y ella respondió con todas las entrañas religiosas de su corazón joven, se dejó atraer por Dios, que esa es la santidad: una atracción predilecta de Dios". Para finalizar, el cardenal invitó a los presentes a encomendarse a Santa Rosa de Lima: "Rosa de mi corazón, dejá caer sobre el pueblo que te eligió como patrona los pétalos de tus virtudes, las gracias que necesitamos para renovar la fe en Dios y la caridad que nos permita trabajar por un encuentro fraterno entre los argentinos". Concelebraron los sacerdotes de la parroquia y otros sacerdotes allegados a la misma. Al finalizar la Eucaristía, el cardenal dio la bendición con un relicario que contiene las reliquias de cinco santos peruanos de la época virreinal: Santa Rosa de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, San Martín de Porres, San Francisco Solano y San Juan Macías.+ Homilía completa.