Se estrena la primera película salesiana argentina

  • 5 de marzo, 2020
  • Buenos Aires (AICA)
En Buenos Aires se proyectará el jueves 26 de marzo a las 19 en el auditorio de la Casa Salesiana Pío IX (Yapeyú 197)

El próximo 20 de marzo, en el marco del 28° Capítulo General de los Salesianos en Turín, se estrenará el mediometraje “Zatti, hermano nuestro”, la primera película salesiana argentina para cine que narra la vida del beato italo-argentino Artémides Zatti, un enfermero y religioso salesiano que supo vivir la santidad en los momentos más difíciles de su vida.

La película se reproducirá de modo gratuito en formato digital (subtitulada en siete idiomas) luego de su estreno en Turín el próximo 20 de marzo. Asimismo, de la mano de la procura misionera salesiana, será presentada en diversas capitales de la Argentina y el Uruguay para unir dos realidades de la familia salesiana: don Zatti, junto a los enfermos y los pobres, y el trabajo que realiza la procura para el bien del prójimo.

La primera proyección será en la ciudad de Buenos Aires el jueves 26 de marzo a las 19 en el auditorio de la Casa Salesiana Pío IX, ubicada en Yapeyú 197, Almagro.

Su director y guionista, el padre Ricardo Javier Cámpoli SDB, es secretario de la Inspectoría Norte Salesiana, delegado de Comunicación Social de la congregación y, además, es licenciado en Producción y Realización Audiovisual. “Zatti, hermano nuestro”, fue rodada en 2019 con 27 actores en escena, las personas que trabajaron en la película fueron más de 50, entre producción, arte, escenografía, vestuario, sonido y técnica, entre otros.

En diálogo con AICA, el sacerdote salesiano relató que la idea de la película surgió luego de participar en 2018 de un seminario en Roma para promover causas de beatificación y canonización de los miembros de la Familia Salesiana: “Don Zatti no es muy conocido en la Argentina. Estuvo muy encapsulado en nuestras capillas de comunidad, en nuestras pequeñas parroquias. Había que darle visibilidad a su figura, no solo para el mundo salesiano, sino para toda la Iglesia argentina, y yo necesitaba motivos para desplegar lo que aprendí”.
 


“En la congregación teníamos que dar un paso: abrirnos a la ficción y no conformarnos solo con el estilo documental. El cine despierta emociones que te hacen mirar la vida de un modo particular, despierta inquietudes y motivos para ir adelante, razones para vivir. Entonces como Iglesia tenemos una cantera de cosas para mostrar”.

El mediometraje fue producido por Boletín Salesiano, organismo de comunicación nacional de la obra de Don Bosco, y contó con el apoyo de las dos inspectorías salesianas argentinas y de dos entidades de la congregación en el exterior: Salesiani Don Bosco (Italia) y Misiones Salesianas (España).

“Empezamos a filmar el 25 de marzo, el día de la Anunciación. Para mí fue muy significativo, porque creo que en lo audiovisual se presenta muy clara la encarnación: es volver a hacer visible el milagro de Dios”, sostuvo el sacerdote salesiano. “De don Zatti aprendí que se puede ser santo en lo cotidiano, haciendo lo que Dios te invita a hacer cada día, cumpliendo el propio deber”, agregó.

El sacerdote salesiano confiesa haber crecido espiritualmente en estos años junto a Zatti: “Su figura me enseñó que es posible hacer frente a los fracasos y mirar con alegría incluso lo que uno no puede manejar o no merece, una injusticia o algo que no debería haber pasado. Don Zatti nos dice que hay que dejarlo en las manos de Dios, porque es parte de esa voluntad que desconocemos y en ese abandono podemos ser felices. Un tipo que mira la vida con semejante abandono es un tipo que se abandonó mucho antes a la voluntad de Dios y eso a mí me cautiva mucho”.
 

Sobre el beato Artémides Zatti
Artémides Zatti nació en Boretto, Italia, el 12 de octubre de 1880. Emigró a la Argentina junto con su familia en 1897 y se estableció en Bahía Blanca. Allí comenzó a frecuentar la parroquia dirigida por los salesianos de Don Bosco. A los 20 años ingresó como seminarista en la casa de formación de los salesianos en la localidad de Bernal, Buenos Aires, donde le fue confiado el cuidado de un joven sacerdote tuberculoso. Artémides contrajo también la enfermedad.

En 1902 fue enviado al hospital de San José, en Viedma. Artémides pide y obtiene de María Auxiliadora la gracia de la curación con la promesa de dedicar toda su vida al cuidado de los enfermos. En 1908, habiendo recuperado la salud, es admitido a ingresar en la Congregación Salesiana como hermano coadjutor. Comienza a ocuparse de la farmacia anexa al hospital, la única del pueblo.

En 1911 queda a cargo del hospital, dirigiendo su ampliación para transformarlo en el primer hospital de la Patagonia. En 1950, Zatti se cae de una escalera y es obligado al reposo. Después de unos meses se manifestaron los síntomas de un cáncer. Murió el 15 de marzo de 1951.

Su fama de “enfermero santo” se extendió rápidamente y el templo de la obra salesiana de Viedma, donde reposan sus restos, se convirtió en lugar de veneración popular. Cinco años después de su muerte, el pueblo de Viedma le dedicó un monumento. Y en 1975, la comunidad cambió el nombre del hospital regional por “Artémides Zatti”.

En 1977 los obispos de la Argentina solicitaron al Papa el inicio del proceso para declararlo santo. El 14 de abril de 2002, el papa Juan Pablo II lo declaró beato.

Para más información visite la página web de la película, o las redes sociales del Boletín Salesiano: FacebookInstagramTwitter YouTube.+