Mons. Ñáñez llamó a preguntarse por qué en una Patria tan rica, hay tantos pobres

  • 2 de agosto, 2016
  • Córdoba
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, advirtió que cuando el tener, el acaparar, el acumular cobran espacio, "pueden dar lugar a situaciones de marginación, de exclusión, incluso de descarte", por lo que llamó a los argentinos a preguntarse cómo es posible que "en una Patria que potencialmente es tan rica, haya un porcentaje tan alto de pobreza". Y recordó que "ser rico delante de Dios es administrar bien los bienes, pero con esa disposición hacia un compartir solidario".
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, lamentó que "los discípulos de Jesús estemos pendientes del tener, el acaparar, el acumular", al advertir que "cuando estas actitudes cobran espacio, pueden dar lugar a situaciones de marginación, de exclusión, incluso de descarte". En su homilía semanal, el prelado exhortó a los argentinos a preguntarse cómo es posible que "en una Patria que potencialmente es tan rica, haya un porcentaje tan alto de pobreza". "Quiere decir que en algún sentido se ha buscado acumular y no compartir. Y que esto es algo que nos toca a todos. Es cierto, las autoridades públicas tienen su responsabilidad, pero todos en la sociedad tenemos algo que ver", aseguró. El arzobispo cordobés consideró que "quienes emprenden diversas iniciativas, quienes tienen responsabilidades, aun pequeñas, tenemos esta disposición de compartir para que todos podamos vivir dignamente". "Este Evangelio nos puede invitar a esta reflexión, y de hecho es lo que la Iglesia en repetidas oportunidades nos propone, también la enseñanza de los papas, particularmente la que escuchamos con frecuencia en el papa Francisco. Que nos invita a una actitud sensata, a un estilo de vida sobrio, que nos permita crecer en una actitud de compartir los bienes", recordó. "Sin lugar a dudas que el tener es legítimo, y es legítimo también el querer progresar a través de un esfuerzo honesto. Y que es incluso legítimo prever el futuro. Pero esto tiene que ser razonablemente encarado de manera tal que esas preocupaciones tengan también una perspectiva solidaria y una disposición para compartir. Me parece que esta es la enseñanza de la Iglesia, la propuesta en el fondo de este Evangelio", subrayó. Monseñor Ñáñez sostuvo que "proceder de esa manera es salir al cruce de la avaricia, como nos decía el apóstol San Pablo, es una forma de idolatría. Hacer del dinero, de las posesiones, como una suerte de ídolo al que se le rinde culto. "Ser rico delante de Dios es administrar bien los bienes, pero con esa disposición hacia un compartir solidario. No para que pocos tengan mucho, sino para que todos podamos tener lo necesario para vivir honesta y dignamente. Cada uno de nosotros tendrá que hacer su propia evaluación, su propio examen y tomar las decisiones conforme a su situación, a sus responsabilidades. A esto nos invita el Evangelio", concluyó.+ Texto completo de la homilía