Se realizó la misa exequial por Carmen Hernández, coiniciadora del Camino Neocatecumenal

  • 21 de julio, 2016
  • Madrid (España) (AICA)
El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, presidió hoy en la catedral de Santa María de la Almudena la misa corpore insepulto por Carmen Hernández, iniciadora junto con Kiko Argüello del Camino Neocatecumenal, que falleció este martes a los 80 años. En su mensaje alusivo, el papa Francisco agradece a Dios "por el testimonio de esta mujer, animada por un sincero amor a la Iglesia, que ha gastado su vida en el anuncio de la Buena Noticia en cada lugar"
Presidida por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, se realizó hoy la misa exequial por Carmen Hernández, iniciadora junto con Kiko Argüello del Camino Neocatecumenal. Concelebraron la misa el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, cardenal Ricardo Blázquez; el arzobispo emérito de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela; el arzobispo emérito de Sevilla, cardenal Carlos Amigo Vallejo, y el nuncio apostólico en España, monseñor Renzo Fratini. Durante la celebración, monseñor Osoro transmitió el mensaje que el papa Francisco envió con motivo del fallecimiento de Hernández, en el que expresa su agradecimiento al Señor "por el testimonio de esta mujer, animada por un sincero amor a la Iglesia, que ha gastado su vida en el anuncio de la Buena Noticia en cada lugar, también aquellos más alejados, no olvidando a las personas más marginadas". En su mensaje, el Papa llamó a los integrantes del Camino Neocatecumenal a "mantener viva su ansia evangelizadora, en una comunión activa con los obispos y sacerdotes y ejercitando la paciencia y la misericordia con todos", siguiendo el ejemplo de Carmen, quien falleció "después de una larga existencia marcada por su amor a Jesús y por un gran entusiasmo misionero". En su homilía, monseñor Osoro recordó el "testimonio sincero y valiente" de Carmen, y destacó su ardor misionero desde el comienzo del Camino Neocatecumenal, aquel nuevo camino de encuentro con Cristo y con la Iglesia, basado en "palabra, liturgia y comunidad". El arzobispo de Madrid recordó que fue allí donde Carmen Hernández experimentó "la gracia transformadora de la Palabra de Dios, cuando se encontró con Kiko entre los pobres", y que "creer en la Resurrección de Jesucristo provocó en Carmen un deseo misionero irresistible". Para finalizar, el prelado pidió a los presentes "poner en manos del Señor la vida de nuestra hermana y pedirle que perdone todas sus faltas, a quien quiso vivir con las convicciones que el apóstol san Pablo nos manifiesta: ?Si vivimos, vivimos para Dios, si morimos, morimos para Dios, en la vida y en la muerte somos de Dios?".+