Mons. Marino y seminaristas compartieron cuatro días de convivencia
- 21 de julio, 2016
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Mar del Plata (Buenos Aires)
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, compartió durante cuatro días una convivencia con seminaristas de la diócesis, "un momento fuerte de comunión eclesial diocesana y de experiencia pastoral y misionera", según expresó el prelado. La convivencia se realizó en la parroquia San Andrés, de Miramar, del lunes 14 de julio al jueves 18.
Como es tradicional, el primer fin de semana de las vacaciones de invierno, los seminaristas de la diócesis de Mar del Plata compartieron una convivencia con el obispo diocesano, monseñor Antonio Marino, y una comunidad parroquial.
En esta oportunidad, la "convivencia de invierno" se realizó en la parroquia San Andrés de Miramar, del lunes 14 de julio al jueves 18. Durante la misma se organizaron espacios de encuentros con los grupos de las parroquias, hubo visitas a las pastorales caritativas en los colegios, se misionó en un barrio y se realizaron encuentros con niños y jóvenes.
"La convivencia de invierno de los seminaristas es un momento fuerte de comunión eclesial diocesana y de experiencia pastoral y misionera. El párroco, presbítero Fernando Mendoza y el vicario parroquial, presbítero Tomás de la Riva, se encargaron de organizar el hospedaje de nuestros diez seminaristas, contando con la entusiasta y esmerada colaboración de los feligreses", expresó monseñor Marino.
"Hay un significado múltiple de estos encuentros: fortalecimiento del sentido de pertenencia diocesana; pedagogía pastoral y conciencia de la vocación misionera del futuro presbítero; contacto más estrecho con el obispo y con el presbiterio; y fervor renovado en su camino vocacional", añadió.
"Durante estos días pude compartir distintas actividades con los seminaristas, e incluso brindarles una charla e ir atendiéndolos en forma individual a lo largo del encuentro. Es un espacio importante del año para poder acompañarlos, escucharlos y aconsejarlos como pastor", manifestó el obispo.
El obispo diocesano estuvo presente durante todo el encuentro y también participó el presbítero Luis Albóniga, delegado para el seguimiento personal de los seminaristas de la diócesis y responsable del diálogo con las autoridades del seminario San José de La Plata.
La oración de la Liturgia de las Horas, así como la adoración eucarística y la celebración de la misa contaron con la presencia de numerosos feligreses.
A lo largo de estos días se cumplieron las numerosas actividades programadas: testimonio en colegios confesionales, experiencia de encuentro con las pastorales de la misericordia (Cáritas, pastoral de la salud, pastoral de geriátricos), misión en un barrio de la ciudad, y encuentros con niños, con jóvenes y la comunidad parroquial. También, los seminaristas almorzaron en distintas casas de familia y compartieron una charla a cargo del párroco Mendoza.
La misa de clausura presidida por el obispo fue concelebrada por numerosos sacerdotes de la diócesis, quienes también tradicionalmente comparten este último día con los seminaristas diocesanos. A su término, el presbítero Mendoza -en nombre de la comunidad- obsequió a los seminaristas unas imágenes del beato Cura Brochero, pronto a ser santo, confeccionadas por las monjas Carmelitas Descalzas de Mar del Plata, que fueron bendecidas por el obispo. Finalmente, sacerdotes y seminaristas compartieron el almuerzo que un grupo de laicos organizó en una sede social.+