Mons. Zurbriggen presidió las fiestas patronales de la Virgen del Carmen

  • 18 de julio, 2016
  • Deán Funes (Córdoba)
El obispo-prelado de Deán Funes, monseñor Gustavo Zurbriggen, presidió el 16 de julio la Eucaristía en el marco de las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora del Carmen, en la que recordó que el papa Francisco dice que "siempre nuestro pensamiento tiene que dirigirse a la Madre de la misericordia". "La dulce mirada de la Virgen tiene que acompañarnos para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios. Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. La Virgen tiene que ayudarnos también a practicar la misericordia", subrayó.
Miles de personas de la ciudad y alrededores participaron este sábado 16 de julio de las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora del Carmen, patrona de la prelatura de Deán Funes. El obispo-prelado de Deán Funes, monseñor Gustavo Zurbriggen, presidió la Eucaristía del horario central, concelebrada por los demás sacerdotes de la ciudad, y luego se realizó la procesión por las calles de la ciudad. En la homilía, el prelado destacó que "la misericordia de Dios siempre consuela y llena el corazón de alegría y paz. Nuestra Señora del Carmen hoy nos dice que creamos, que confiemos con todo el corazón, en el amor misericordioso de Dios que se nos ha mostrado a través del corazón de Jesús". "Creer en la cercanía, en el consuelo, en la misericordia poderosa de Dios; creer siempre porque el amor misericordioso de Dios es poderoso para librarnos del sufrimiento y de la muerte y llenar de vida y alegría nuestro corazón. Es lindo escuchar esta enseñanza de la Virgen porque todos tenemos sufrimientos, problemas, heridas, temores y hoy ella nos dice crean en mi Hijo, tengan fe y pongan todo en mi corazón de Madre", agregó. El obispo-prelado recordó que el papa Francisco dice que "siempre nuestro pensamiento tiene que dirigirse a la Madre de la misericordia. La dulce mirada de la Virgen tiene que acompañarnos para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios. Ninguno como María ha conocido la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. La Virgen tiene que ayudarnos también a practicar la misericordia". "Uno de verdad agradece algo del perdón y la misericordia de Dios, cuando practicamos la misericordia: visitar a enfermos, cuidar a los ancianos, perdonar a los que nos ofenden, soportar con paciencia a las personas difíciles, escuchar con atención y aconsejar cristianamente. No nos olvidemos, ?sean misericordiosos como el Padre de ustedes es misericordioso?, nos dice Jesús", sostuvo. Por último, monseñor Zurbriggen invitó, como lo hizo el Papa, a rezar la Salve Regina, para que "nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, que es el rostro de su Hijo Jesús".+ Texto completo de la homilía