Los ucranios en la Argentina adhieren al Bicentenario

  • 14 de julio, 2016
  • Buenos Aires (AICA)
Con la firma del P. Luis Glinka OFM, se difundió una declaración de la comunidad ucrania, en la que se expresa la adhesión de los ucranios que viven en la Argentina a las celebraciones del bicentenario de la independencia argentina, "en agradecimiento al país que abrió sus puertas para que los ucranios vengan a poblar este suelo, donde encontraron paz, libertad y respeto por sus tradiciones culturales y religiosas".
Con la firma del padre Luis Glinka OFM, se conoció una declaración de la comunidad ucrania, en la que se expresa la adhesión de los ucranios y sus descendientes que viven en la Argentina a las celebraciones del bicentenario de la independencia argentina, "en agradecimiento al país que les abrió las puertas de su territorio, sin condicionamientos para que los ucranios vengan a poblar el suelo argentino, donde encontraron paz, libertad y respeto por sus tradiciones culturales y religiosas". La declaración comienza diciendo: "No podía permanecer indiferente la comunidad ucrania residente en la República Argentina, a la celebración del Bicentenario de la independencia argentina". Y agrega: "En la ciudad de Buenos Aires y en el interior del país, donde está presente nuestra comunidad, sus integrantes participaron, junto a los demás argentinos, de los festejos cantando con patriotismo: "Al Gran Pueblo Argentino, salud". "Esta voluntad -continúa- de unirse la comunidad ucrania a la alegría patriótica de los argentinos es, principalmente, en agradecimiento porque la Argentina les abrió las puertas de su territorio, sin condicionamientos, para que los ucranios vinieran a poblar el suelo argentino, donde encontraron paz, libertad y respeto por sus tradiciones culturales y religiosas". "La primera inmigración oficial ucrania se produce en 1898, cuando un grupo fue enviado a la zona de Apóstoles, en la provincia de Misiones; siguieron otras junto a grupos de polacos, quienes también se radicaron en tierra misionera. Más tarde vinieron los que se instalaron en las provincias de Chaco, Formosa, Mendoza y Buenos Aires; y la última inmigración ocurrió después de la caída del Muro de Berlín. "Todas estas familias encontraron trabajo, libertad, sustento económico y conservaron sus tradiciones cristianas y nacionales, sin que nadie les impidiera hacerlo; por el contrario, siempre las autoridades de la Iglesia Católica Latina y las del Gobierno Argentino, exhortaban y ayudaban a mantener las tradiciones bizantinas ucranias, ya sean católicas u ortodoxas. De esta manera, los ucranios y sus descendientes no se quedaron como en un gheto, sino que la democracia argentina les brindó la posibilidad de abrirse a otras comunidades y en ocupar un lugar importante en la sociedad argentina. "Actualmente nuestra comunidad cuenta con centros culturales y religiosos donde pueden actuar y desarrollarse libremente, cultivando sus cantos, la música, danzas, el idioma y tener sus centros religiosos, sus templos para conservar el orden eclesial en territorio latino argentino. El gobierno argentino fue uno de los primeros del mundo en reconocer la independencia de Ucrania y de mantener relaciones pacíficas con el gobierno ucranio y con la Iglesia Madre que tiene su sede central en la ciudad de Kyiv (Kiev), capital de Ucrania. "Es importante tomar conciencia de este gran don que Dios le dio a nuestros padres y abuelos, invitándolos a que vengan a poblar y progresar en suelo argentino. A 200 años de la Independencia argentina, tratamos de que no se pierda la riqueza bizantino-ucrania con la asimilación de la cultura argentina, porque gracias a la capacidad y sabiduría de nuestros antepasados que supieron encontrar el camino del diálogo, del respeto hacia las demás culturas, hoy podemos convivir en paz y armonía todos los habitantes de este suelo. "Gracias a Dios y al Gobierno Argentino por recibir y cobijar a nuestros antepasados sin condiciones sociales, religiosas ni políticas", concluye la declaración. El padre Luis Glinka es un sacerdote franciscano de rito bizantino-ucranio, párroco de la catedral católica ucrania y vicario general de la Eparquía (obispado oriental) Santa María del Patrocinio en Buenos Aires de los Ucranios, cuyo obispo es monseñor Daniel Kozelinski Netto. Se estima en algo más de 200.000 los miembros de la comunidad ucrania en la Argentina, el 60 por ciento de los cuales son católicos de rito bizantino-ucranio, y el resto pertenecen a la Iglesia Ortodoxa.+