El Papa en la entrega de los palios: "La oración es una forma de salir de los encierros"

  • 29 de junio, 2016
  • Ciudad del Vaticano
El papa Francisco bendijo y entregó hoy los palios a los 25 nuevos arzobispos del mundo designados el año pasado, y luego presidió la misa por la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo, en la basílica de San Pedro. El pontífice advirtió que "la tentación de la Iglesia es la de encerrarse en sí misma" y destacó que la oración es "siempre una forma de salir de nuestros encierros personales y comunitarios". Y llamó a pasar "de la división a la unidad" ante la delegación enviada por el "querido" patriarca ecuménico Bartolomé I.
El papa Francisco bendijo y entregó hoy los palios a los 25 nuevos arzobispos del mundo designados el año pasado, y luego presidió la misa por la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo, en la basílica de San Pedro. El rito se abrió con una procesión, acompañada por el canto ?Tu es Petrus? entonado por el coro de la Capilla Sixtina, en el cual participaron niños de otros coros famosos de confesiones cristianas. Como es la tradición, en ocasión de esta festividad, estaba presente una delegación del patriarcado ecuménico de Constantinopla, guiada por la delegación enviada por Bartolomeo I, a quienes el Santo Padre saludó apenas ingresó en la basílica. En su homilía, el pontífice señaló las llaves que Jesús promete a san Pedro, "para que pueda abrir la entrada al Reino de los cielos, y no cerrarlo a la gente, como hacían algunos escribas y fariseos hipócritas a los que Jesús reprende". Francisco destacó que la lectura de los Hechos de los Apóstoles presenta tres encierros: el de Pedro en la cárcel; el de la comunidad reunida en oración; y el de la casa de María, madre de Juan, llamado Marcos, donde Pedro va a llamar después de haber sido liberado. El Papa afirmó que la oración se presenta como la principal vía de salida: salida de la comunidad, que corre el riesgo de encerrarse en sí misma debido a la persecución y al miedo; y salida para Pedro, que al comienzo de su misión es encarcelado por Herodes, y corre el riesgo de ser condenado a muerte. "La oración como humilde abandono en Dios y en su santa voluntad, es siempre una forma de salir de nuestros encierros personales y comunitarios", sostuvo. El Obispo de Roma advirtió la tentación que existe en la Iglesia de encerrarse en sí misma de cara a los peligros, por lo que subrayó: "La oración permite a la gracia abrir una vía de salida: del cerramiento a la apertura, del miedo a la valentía, de la tristeza a la alegría". "Y podemos añadir de la división a la unidad". Ante la delegación enviada por el "querido" Patriarca Ecuménico Bartolomé, el papa llamó pasar de la división a la unidad. "Una fiesta de comunión para toda la Iglesia como pone de manifiesto la presencia de los arzobispos metropolitanos venidos para la bendición de los Palios, que les serán impuestos por mis representantes en sus respectivas sedes", agregó. Francisco concluyó pidiendo que "los santos Pedro y Pablo intercedan por nosotros, para que podamos hacer este camino con alegría, experimentando la acción liberadora de Dios y testimoniarla a todos". Texto completo de la homilía en la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo