Participación argentina en el congreso latinoamericano de Ética Teológica

  • 13 de junio, 2016
  • Bogotá (Colombia) (AICA)
El obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, participó junto a otros representantes argentinos y especialistas de 20 países de la región del I Congreso Latinoamericano de Ética Teológica que, con el lema "Hacia una Ética de Participación y Esperanza", se desarrolló entre el 26 y el 29 de mayo en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia. El prelado alertó sobre "heridas que sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos" y llamó a abrir el corazón a cuantos viven en las más "contradictorias periferias existenciales".
El obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, participó junto a otros representantes argentinos del I Congreso Latinoamericano de Ética Teológica que, con el lema "Hacia una Ética de Participación y Esperanza", se desarrolló entre el 26 y el 29 de mayo en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia. Al encuentro continental, organizado por the Catholic Theological Ethics in the World Church (Ctewc), asistieron cerca de 90 especialistas de más de 20 países de América, dispuestos a "promover la interacción y colaboración entre diversas áreas y disciplinas, en un trabajo en red sin fronteras". En ese marco, monseñor Lozano destacó los gestos y palabras de cercanía del papa Francisco, aseguró que para compartir se necesita escuchar, advirtió sobre "viejas heridas y resentimientos" que pueden impedir la comunicación y la reconciliación, alertó sobre "heridas que sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos", refirió a la falta de cuidado de la tierra como "casa común" y llamó a abrir el corazón a cuantos viven en las más "contradictorias periferias existenciales" "¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida!", exclamó, y agregó: "Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Ante el mal cometido, incluso crímenes graves, es el momento de escuchar el llanto de todas las personas inocentes depredadas de los bienes, la dignidad, los afectos, la vida misma. Permanecer en el camino del mal es sólo fuente de ilusión y de tristeza". El prelado argentino aseguró, citando la bula de convocatoria al Año de la Misericordia, que "la verdadera vida es algo bien distinto. Dios no se cansa de tender la mano. Está dispuesto a escuchar, y también yo lo estoy, al igual que mis hermanos obispos y sacerdotes. Basta solamente que acepten la llamada a la conversión y se sometan a la justicia mientras la Iglesia les ofrece misericordia." "Esto no significa restarle valor a la justicia o hacerla superflua, al contrario. Quien se equivoca deberá expiar la pena. Solo que este no es el fin, sino el inicio de la conversión, porque se experimenta la ternura del perdón", concluyó. [img]http://www.aica.org/subidas/1802.jpg[/img] Congreso inspirado en los "vientos" de Francisco De la mano de los nuevos vientos inaugurados en la Iglesia por el papa Francisco, "la red Ctewc reconoce la necesidad de proyectar una visión común para un mundo más justo, solidario y fraterno; de abordar el reto del pluralismo, dialogando desde y más allá de las culturas locales, e interconectando la reflexión académica para que no esté dominada solamente por el paradigma noroccidental", dijo James Keenan SJ, quien dirige la red internacional. El congreso contó con la presencia y auspicio de diferentes instituciones académicas y sociales del continente, y en particular del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). La presencia del Celam, "es un reflejo de la tradición de colegialidad de los obispos de la Iglesia Latinoamericana, y un signo de estos nuevos tiempos inaugurados por el papa Francisco", afirmó la doctora Susana Nuin, directora de la Escuela Social del Celam y disertante en el Congreso. La selección de los ponentes y temas "iluminó un nuevo liderazgo en la reflexión ética sobre los retos más sobresalientes de la realidad particular de nuestro continente. Diferentes eticistas pudieron exponer la situación de su país y la manera particular en que la ética católica puede hoy ofrecer respuestas y posibilidades", apuntó María Teresa Dávila, integrante del Comité de Planificación del Congreso. Participaron del encuentro diversos carismas y realidades, como jesuitas, camilianos, dominicos, lasallanos, benedictinos, miembros de los movimientos de Schoenstatt y Focolares, y laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas, que comparten preocupaciones frente a la desigualdad, la pobreza y la exclusión en América. "Un signo de este congreso ha sido también la importante participación de la mujer, y la reflexión acerca de su papel como protagonista de la vida social, de la propia reflexión académica y de la vida de la Iglesia", destacaron los organizadores. "También ha sido una excelente oportunidad para testimoniar la vitalidad de una Iglesia Latinoamericana en salida, pensándose a sí misma desde la frontera, desde las periferias existenciales, como señala el papa Francisco", agregaron. "Nos encontramos con una sociedad que demanda por más democracia y participación, y con una novedosa ?sed de ética?, que puede ser iluminada desde la reflexión ética y de la enseñanza social de la Iglesia", indicó Pablo A. Blanco, miembro del Comité de Planificación para América Latina. En la misma línea, Emilce Cuda quien resultó elegida para presidir el comité regional para América Latina enfatizó que "este Congreso de 2016 no se presenta como el ?final? de un camino, sino como la gran oportunidad para ampliar la mirada y la reflexión, de profundizar la comunicación, de formar relaciones, y establecer proyectos como signo profético y esperanzado para toda la Iglesia". Tras el Primer Congreso Mundial de Padua 2006, y que continuó en Trento en 2010, "este congreso regional en Bogotá ha sido la antesala de un próximo congreso mundial de eticistas, que esperamos tenga lugar en Sarajevo en 2018, y del cual se espera la participación de representantes de todos los continentes, como ocurrió en Padua y Trento", afirmó el padre Andrea Vicini SJ miembro del comité internacional de la Red CTEWC. Además de monseñor Lozano, la delegación argentina estuvo integrada por las religiosas María Martha Cúneo HMR y Elena Lugo SCH; los sacerdotes diocesanos Omar Albado y Gustavo Irrazábal; el padre Aldo Cáceres OSA (actualmente residente en Cuba); y los laicos cientistas sociales Cecilia Alonso, Pablo A. Blanco, Emilce Cuda, Cecilia Di Lascio (CLAdeES), Luciana Giacomodonato, Marcela Lapalma, Eloísa Ortiz de Elguea y Aníbal G. Torres. El Congreso contó con el auspicio del Centro Latinoamericano de Evangelización Social (CLAdeES), la Facultad de Jesuíta de Filosofía y Teología, la Facultad de Teología "San Pablo", Fundação CAPES, Oblate (School of Theology) y la Universidad Católica del Maule. Informes: www.cladees.com.+