Prestaron juramento 23 nuevos reclutas de la Guardia Suiza

  • 6 de mayo, 2016
  • Ciudad del Vaticano
Veintitrés nuevos reclutas de la Guardia Suiza prestaron hoy juramento en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico y mañana serán recibidos, junto con sus familiares, por el papa Francisco. La jornada comenzó esta mañana con la misa celebrada en la basílica de San Pedro por el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, quien en su homilía invitó a los futuros guardias a ser testigos de Cristo en el mundo actual a pesar de las dificultades.
Veintitrés nuevos reclutas de la Guardia Suiza prestaron hoy juramento en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico y mañana serán recibidos, junto con sus familiares, en audiencia por el papa Francisco. La ceremonia se realizó hoy en el marco de la conmemoración de la muerte de 147 soldados helvéticos caídos en defensa del Sumo Pontífice durante el saqueo de Roma (1527). La jornada de los reclutas comenzó esta mañana con la misa celebrada en la basílica de San Pedro por el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, quien en su homilía invitó a los futuros guardias a ser testigos de Cristo en el mundo actual a pesar de las dificultades. "Sean testigos de Cristo, también en su patria, Suiza, en un mundo que desea la luz y la vida pero a menudo no tiene el valor de acogerla, en medio de los jóvenes como ustedes, que están hambrientos de sentido y de plenitud, para que puedan decirles que vale la pena proponerse cosas grandes y hermosas, aunque lleven aparejado el compromiso y la entrega y vayan acompañadas de alguna fatiga", agregó. "Queridos guardias no esperen, empiecen desde hoy a testimoniar -con su fidelidad en el servicio cotidiano por el Santo Padre, con su fraternidad, las buenas relaciones entre ustedes y con su ejemplo en la fe- que el Señor está vivo, tiene compasión y es misericordioso, que se acerca a los hombres, que quiere dar paz, alegría y plenitud verdadera para curar todas las heridas", pidió. El cardenal Parolin invitó a los guardias suizos a mirar "a los santos patrones que hoy, en el momento del juramento, con la mano derecha levantada hacia el cielo, invocarán para que los ayuden a cumplir lo que prometen. Sus corazones estaban llenos de esa alegría del Señor que ninguno puede arrebatar" y recordó que "así los santos Martín, Sebastián y Nicolás de Flüe supieron ser verdaderos instrumentos en las manos de Dios, allí donde el Señor los condujo y ante cualquier cosa que les pidiera: como soldados u obispos, como guardias y mártires, como padres de familia, ermitaños o consejeros de paz". Asimismo, invitó a pedir "la intercesión de María Santísima, de los santos apóstoles Pedro y Pablo y de los santos patronos de la Guardia para ser dóciles instrumentos de Dios y para mostraros ante los hombres y las mujeres de nuestro mundo como testigos verdaderos de Cristo". La Guardia Suiza Pontificia efectúa, además de los servicios de seguridad (control de las entradas, servicio de seguridad, servicios de salvaguardia de las personas) los servicios de honor (audiencias, recepciones, misas). La misión principal del cuerpo es vigilar constantemente la seguridad del Santo Padre y de su residencia. Entre sus tareas complementarias se encuentran la de acompañar al Santo Padre en sus viajes y la de proteger al Colegio Cardenalicio cuando la Sede Apostólica está vacante.+