Reflexión de Mons. Martorell del Domingo del Buen Pastor
20 de abril, 2016
Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, reflexionó sobre la liturgia del cuarto domingo de Pascua, Jornada del Buen Pastor y destacó que "las vocaciones surgen siempre del seno de una familia", por lo que hizo un especial llamado a las familias cristianas para que recen por las vocaciones y les hablen a sus hijos del tema.
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, reflexionó sobre el Evangelio del cuarto domingo de Pascua, Jornada del Buen Pastor, y consideró que esta celebración "expresa el amor universal de Cristo por todos, así como el pastor ama a sus ovejas".
"Privilegio enorme que exige a los hombres oír su voz y seguirlo", afirmó y continuó: "Oye la voz de Jesús quien acepta el Evangelio y descubre su verdadero significado. Oye la voz de Jesús quien escucha la voz de la Iglesia ?del Papa, de los obispos, de sus superiores- y obedece. Oye la voz de Jesús quien atiende la voz de su conciencia y de las inspiraciones internas. Es decir que cuando el hombre escucha todas estas voces y las traduce con sinceridad y fidelidad en su vida, sigue verdaderamente al Señor".
El obispo aseguró que "pertenecer al rebaño del Señor no es un privilegio de pocos, sino un don que se ofrece a todos los que quieran aceptarlo? el no excluye a nadie". En consecuencia, el prelado invitó a "tender las manos a los hermanos incrédulos, reacios o fugitivos de Dios, e invitarlos a entrar en el redil del Buen Pastor, porque el redil del Señor es un espacio abierto a todos los que quieran entrar en éste".
Asimismo, pidió al Señor que "nos bendiga con nuevas y generosas vocaciones", y que oremos para que haya más jóvenes que estén dispuestos a seguir a Jesús con una respuesta de entrega total de sus vidas por el Evangelio.
Luego, hizo un especial llamado a las familias cristianas para que recen por las vocaciones y les hablen a sus hijos del tema. "Las vocaciones surgen siempre del seno de una familia, del aliento y el amor de sus padres por el ministerio sacerdotal o la vida religiosa. Cristo está constantemente llamando porque necesita pastores para su Iglesia".
"Es necesario oír su voz, abrir el corazón y lanzarse a esta aventura evangélica. Oramos por las vocaciones sacerdotales y religiosas en toda la diócesis y en el mundo", concluyó.
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