Una multitud en la fiesta de la Divina Misericordia en la catedral de Tucumán

  • 4 de abril, 2016
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
Una multitud, estimada en más de 3.000 personas, participó este domingo de fiesta de la Divina Misericordia que presidió el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, en el atrio de la catedral Nuestra Señora de la Encarnación. "Jesús es el rostro humano de la Misericordia del Padre. Ser misericordioso significa hacerse cargo con el corazón de las miserias del otro. La Argentina necesita reconciliarse, mirar hacia el frente. Vivimos situaciones difíciles, pero la responsabilidad es de toda la sociedad, que tiene que dejar atrás las discusiones absurdas y pensar en construir", reclamó el arzobispo. El prelado presidió también, en la localidad de El Corte, la ceremonia de apertura de la Puerta Santa en la capilla de Jesús de la Divina Misericordia.
Una multitud, estimada en más de 3.000 personas, participó este domingo de fiesta de la Divina Misericordia que presidió el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, en el atrio de la catedral Nuestra Señora de la Encarnación. Esta solemnidad, instaurada por san Juan Pablo II, se celebró en el marco del Año Jubilar de la Misericordia convocado por el papa Francisco y a 73 días del inicio del XI Congreso Eucarístico Nacional (CEN) en San Miguel de Tucumán. "Jesús es el rostro humano de la Misericordia del Padre. Ser misericordioso significa hacerse cargo con el corazón de las miserias del otro. La Argentina necesita reconciliarse, mirar hacia el frente", animó el prelado en la homilía. "Vivimos situaciones difíciles, pero la responsabilidad es de toda la sociedad, que tiene que dejar atrás las discusiones absurdas y pensar en construir. La historia no va hacia atrás, va siempre para adelante, y de la mano de Jesús", agregó. Monseñor Zecca subrayó la actitud del hombre de hoy, "que pretende que Dios se justifique por todas las guerras y muerte que hay en el mundo. Sin embargo, ese mismo hombre, en el fondo, dice Benedicto XVI está anhelando la misericordia de Dios. Nunca el hombre como hoy se sintió tan huérfano de padre. Dios nos hace notar que hay un padre que nos ama. Como dicen los versos de santa Teresa de Ávila: ?Quien a Dios tiene nada le falta. ¡Sólo Dios basta!". El arzobispo recordó que en el Congreso Eucarístico que se realizará del 16 al 19 de junio en Tucumán "daremos testimonio de Jesús como Señor de la historia" e insistió en llamar a la reconciliación de los argentinos. "Después de celebrar este bicentenario tenemos que empezar a construir el tercer centenario", alentó. Durante la misa se realizó la colecta solidaria por el Congreso Eucarístico Nacional y los fieles aplaudieron cuando el presbítero Marcelo Barrionuevo informó sobre la visita de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro de Salta, la Virgen de Catamarca y el Señor de Mailín de Santiago del Estero. La procesión partió desde la Maternidad y entró por 24 de Septiembre hacia la Plaza Independencia, donde se colocó una Puerta Santa, por donde pasó la columna de fieles. La catedral es uno de los cinco templos que los tucumanos podrán visitar para ganar indulgencias plenarias durante el Año de la Misericordia, que culminará 20 de noviembre en la fiesta de Cristo Rey. Apertura de una nueva Puerta Santa Monseñor Zecca presidió este domingo en la localidad de El Corte la ceremonia de apertura de la Puerta Santa en la capilla de Jesús de la Divina Misericordia. El templo, a cargo de los Padres Rogacionistas, cuenta con una reliquia de sor Faustina y un cuadro de Jesús de la Divina Misericordia que es copia fiel del original que se encuentra en Polonia. La misa presidida por monseñor Zecca fue concelebrada por el superior provincial de los Rogacionistas, padre Juárez Albino Destro; el delegado ad personam, padre Giovanni Toscano Guarino, los consejeros provinciales, padres Marcos Cardozo y Marcos Avila; el director padre Vito Domenico Curci y el padre Rogerio Antoni de Olivera. Por la tarde, el arzobispo emérito de Tucumán, cardenal Luis Villalba, presidió otra misa.+