El arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos María Franzini, pidió a Dios que envíe santas vocaciones sacerdotales y agradeció el ministerio de cada uno de los sacerdotes, al presidir la Misa Crismal en la parroquia Santiago Apóstol y San Nicolás de Cupertino. El prelado interpeló también a los sacerdotes a ejercer el ministerio de la reconciliación con mayor generosidad, sin dejar de hacer la experiencia de la misericordia de Dios en sus vidas, y salir al encuentro de los hermanos.
El presbiterio diocesano junto con el arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos María Franzini, y el obispo auxiliar, monseñor Dante Braida, se reunieron el pasado 17 de marzo para iniciar una jornada espiritual que culminó con la celebración de la Misa Crismal.
La jornada espiritual, que tuvo lugar en la casa de retiros de Lunlunta, comenzó con una lectio en torno al Evangelio de San Juan capítulo 17. Luego el presbítero Diego Resentera, rector del Seminario, iluminó a los presbíteros con una reflexión sobre "La identidad relacional del presbítero", al término de la cual se ofreció un momento para la oración personal.
La jornada continuó con el almuerzo y descanso, para retomar y compartir posteriormente, en un trabajo grupal, lo reflexionado con anterioridad, y concluyó con una adoración al Santísimo y el rezo de las vísperas.
Tras la jornada espiritual, los sacerdotes se dirigieron a la parroquia Santiago Apóstol y San Nicolás de Cupertino para celebrar junto con los obispos la Misa Crismal, en la que se dio gracias por el ministerio sacerdotal.
En la homilía, monseñor Franzini agradeció el ministerio de cada uno de sus sacerdotes y recordó a tantos ministros que los precedieron en la caridad pastoral, recordando especialmente al recientemente fallecido, el presbítero Alfonso Horn y al seminarista Cristian Appugliese, quien con sus apenas 22 años ya goza de la plenitud de la Pascua.
El prelado pidió al Señor que envíe santas vocaciones sacerdotales y, en sintonía con la bula "Misericordiosos como el Padre", del papa Francisco, interpeló a los presbíteros a ofrecer el ministerio de la reconciliación con mayor generosidad, sin dejar de hacer la experiencia de la misericordia de Dios en sus vidas, y salir al encuentro de los hermanos.
La celebración litúrgica estuvo acompañada por el coro diocesano "Juan Pablo II", bajo la dirección de Juanita Guevara, que en esta oportunidad entonó los cantos de la Misa Gregoriana De Angelis.+
Texto completo de la homilía