Mons. Marino bendijo rosarios que serán llevados a las tumbas de los caídos en Malvinas

  • 10 de marzo, 2016
  • Mar del Plata (Buenos Aires)
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, recibió ayer en el obispado a dos de los cuatro nadadores que participarán del proyecto "Cruce por la identidad", que consiste en atravesar a nado el estrecho San Carlos que une a los dos archipiélagos más importantes de las Islas Malvinas, Soledad y Gran Malvina. El prelado bendijo 250 decenas de rosarios que serán colgados en las tumbas de los soldados argentinos caídos durante la guerra y consideró que el gesto es "un acto de justicia".
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, recibió este miércoles en la sede del obispado a dos de los cuatro integrantes del proyecto "Cruce por la identidad". Son nadadores marplatenses amateurs que cruzarán el estrecho San Carlos que une a los dos archipiélagos más importantes de las Islas Malvinas, Soledad y Gran Malvina. El objetivo es acompañar, difundir y promover el "Proyecto ADN" de la fundación "No me olvides", que impulsa la identificación de los 123 soldados caídos en la Guerra de Malvinas, sepultados en el cementerio de Darwin. Monseñor Marino bendijo 250 decenas de rosarios que serán colgados en las tumbas de los soldados argentinos caídos en Malvinas. "Como obispo recibo con agrado esta iniciativa, siento un honor poder bendecirlos, bendecir estos rosarios que van a depositar sobre esas tumbas; y también aprovecho esto, como acto de reconocimiento hacia todos estos hermanos, que en su juventud, ofrendaron sus vidas y nos estaban representando. Por eso de parte nuestra merecen todo honor y el recuerdo permanente. Reitero mis felicitaciones, mi bendición, mi abrazo que en definitiva se extiende y abarca a todas las familias interesadas. Que esas tumbas empiecen a hablar de manera más elocuente al recuperar sus nombres. Es de parte nuestra, de sus compatriotas, un acto de justicia", destacó el prelado marplatense. Estuvieron presentes en el acto Martín Sánchez y Diego Picardo, dos de los nadadores que protagonizarán el cruce. El equipo se completa con Adrián Echeverría y Guido Ganim, quienes no pudieron estar en el acto. También participaron Julio Aro, presidente de la fundación "No me olvides", el concejal del Frente Renovador, Lucas Fiorini, quien presentó la iniciativa al obispo; y Silvia Ponzo junto con sus hijas Sofía y Milagros, representantes del taller "Manos hábiles", de chicos con discapacidad, que realizó los rosarios. "Hemos recorrido el país, y se obtuvieron 119 muestras de familiares en general y 83 muestras de familiares directos. Los papás, mamás y hermanos que están vivos aceptaron hacer una donación de sangre, y así tenemos el primer banco genético de ADN de familiares de caídos en Malvinas. Esto nos permite tener todo listo para cuando se pueda ir a las Islas a identificar a estos soldados", explicaron. "Ellos necesitan cerrar su duelo, a 33 años, lo siguen esperando. Es muy triste cuando uno se pone en ese lugar, y me dicen, Julio, si a mí me pasa algo, yo te pido sean ustedes quienes coloquen la placa con el nombre de mi hijo", agregaron. "Es una mochila muy importante que estamos cargando, y es una cuestión política que falta que acepten, hoy está todo armado y preparado para ir y hacerlo", detalló Julio Aro sobre el proyecto que lleva adelante la fundación para identificar a los 123 argentinos caídos en Malvinas, enterrados bajo la leyenda "Soldado argentino sólo conocido por Dios", sostuvo. Aro se manifestó emocionado de que "haya personas que sin haber participado en el conflicto, tengan esta causa tan arraigada" y les dijo a los nadadores que "cada vez que hagan una brazada, y se sientan cansados, sepan que van a estar esos 123 compañeros y sus familiares apoyándolos, el resto de los 649 y cada argentino". Finalmente, Fiorini dijo que "hoy quisimos acompañar algo que es muy cercano a los argentinos que tiene que ver tanto con la causa Malvinas, como con el reconocimiento a los soldados caídos cuyos familiares aún no pudieron cerrar su duelo por la falta de identificación". "El aporte que quisimos hacer fue la posibilidad de que los nadadores lleven al cementerio de Darwin rosarios bendecidos a cada una de sus tumbas. Asimismo, la unción por parte del obispo para que todo salga bien es una muestra de acompañamiento y cercanía", añadió. Los nadadores prometieron a su regreso volver a encontrarse con monseñor Marino para poder contar la experiencia y los frutos de esta iniciativa tan importante.+