Mons. Arancedo: "La fuente de la verdadera conversión es mirar y seguir a Jesús"

  • 28 de febrero, 2016
  • Santa Fe
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, afirmó que "una de las virtudes básicas de un camino de conversión es la humildad, que nos lleva a conocernos y a vivir la verdad de lo que somos en el plan de Dios" y subrayó: "La fuente de la verdadera conversión es mirar y seguir a Jesús como Él se nos presenta en el Evangelio". "¡Cuántas vocaciones laicales, sacerdotales y religiosas en la Iglesia, necesitan para descubrirse y manifestarse de un verdadero camino de conversión!", exclamó y agregó: "Cuaresma es, también, un tiempo de preguntas y definiciones vocacionales".
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, recordó que "una de las constantes de Jesús es el llamado a la conversión, que en el tiempo de Cuaresma adquiera un lugar central. La conversión nos habla del pasado, pero sobre todo del futuro. Supone una mirada sincera a nuestra vida y el deseo de un cambio. Para ello debemos partir de un ideal al que nos sentimos llamados porque reconocemos en él la verdad y sentido de nuestra vida". "No hay posibilidad de conversión si no nos sentimos atraídos por algo que vemos como un ideal que nos compromete, y frente al cual hemos tomado una decisión de cambio", aseguró y agregó: "Lo primero en la conversión no es la renuncia sino el bien que hemos descubierto y que nos lleva a corregir u ordenar nuestra vida, o a cambiar de camino si es necesario. Si falta esto la conversión pierde la fuerza de un cambio que nos lleve a un sólido crecimiento humano y espiritual". El prelado sostuvo que "para un cristiano no cabe duda de que el ideal es Jesucristo y el proyecto de vida que él nos presenta" y destacó que la experiencia de fe frente a Jesús es "fundamental para una auténtica conversión, que nos lleve a un progresivo crecimiento en el seguimiento de su Persona y en el proyecto del Reino de Dios que nos presenta en el Evangelio". El arzobispo afirmó que "cuando en el evangelio de este domingo Jesús nos exhorta a la conversión nos habla de una de las posibles dificultades, me refiero a esa tentación de compararnos con los demás, donde casi siempre nos creemos mejores o justificamos nuestras limitaciones". Monseñor Arancedo subrayó que "una de las virtudes básicas de un camino de conversión es la humildad, que nos lleva a conocernos y a vivir la verdad de lo que somos en el plan de Dios. La fuente de la verdadera conversión es mirar y seguir a Jesús como Él se nos presenta en el Evangelio". "¡Cuántas vocaciones laicales, sacerdotales y religiosas en la Iglesia, necesitan para descubrirse y manifestarse de un verdadero camino de conversión! Cuaresma es, también, un tiempo de preguntas y definiciones vocacionales", concluyó.+ Texto completo de la alocución