Los obispos venezolanos abogan por una ley de amnistía para los presos políticos

  • 8 de enero, 2016
  • Caracas (Venezuela)
El arzobispo de Cumaná y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, abogó el 7 de enero por una amnistía para presos políticos y exiliados, y destacó como una "victoria del pueblo" la instalación de la nueva Asamblea Legislativa. Al abrir la CV Asamblea Ordinaria del Episcopado venezolano, el prelado sostuvo que la instalación del nuevo parlamento de mayoría opositora constituye un rechazo al "despotismo" y a la "corrupción". "A ese pueblo, la nueva Asamblea Nacional tiene que darle, en término perentorio, respuestas satisfactorias", reclamó.
El arzobispo de Cumaná y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, abogó el 7 de enero por una amnistía para presos políticos y exiliados, y destacó como una "victoria del pueblo" la instalación de la nueva Asamblea Legislativa. Al abrir la CV Asamblea Ordinaria del Episcopado venezolano, el prelado sostuvo que la instalación del nuevo parlamento de mayoría opositora constituye un rechazo al "despotismo" y a la "corrupción". Monseñor Padrón elogió el ambiente pacífico que marcó el desarrollo de las elecciones del pasado 6 de diciembre, así como el inicio del periodo legislativo 2016 ? 2021. "La Jornada electoral realizada en paz, y la toma de posesión de sus curules por parte de los diputados electos son una ratificación de la conciencia civilista y democrática de los venezolanos y un contundente rechazo del sistema representado por el socialismo del siglo XXI, del despotismo, militarismo, arbitrariedad y corrupción", subrayó. "La instalación de la Asamblea Nacional, a pesar de las dificultades, es un paso decisivo hacia la reinstitucionalización del país y la independencia de los poderes públicos. Es un punto de partida para la recuperación del estado de derecho, la renovación y saneamiento de los organismos del Estado, la revisión de las políticas nacionales y la política internacional, sus acuerdos, convenios y negociaciones", agregó. Además, el prelado señaló que el pueblo venezolano "reclama cambios reales en los campos de la libertad, la justicia, los derechos humanos, la salud, la seguridad, la economía y tantos otros". "A ese pueblo, la nueva Asamblea Nacional tiene que darle, en término perentorio, respuestas satisfactorias", reclamó. El presidente de la CEV invitó al Parlamento a corregir "vicios y procedimientos irregulares", proporcionar "leyes que favorecerán la producción nacional, la libertad de empresas" y controlar "el fácil enriquecimiento". También pidió a los diputados que tomen "medidas que contribuyan a la distensión y la reconciliación nacional, como será la amnistía para los presos políticos y la vuelta de los exiliados", así como leyes que corrijan las políticas económicas y castiguen la corrupción. "Cumplida esta etapa transcendental de nuestra historia política, con el concurso de todos, el país debe enrumbarse progresivamente hacia la despolarización, el diálogo transparente y eficaz entre el poder ejecutivo y el legislativo, entre el Gobierno y la oposición y entre todos los venezolanos, y hacia la recuperación económica y la reconciliación nacional", insistió. "Para que el diálogo sea eficaz, tiene que establecerse sobre realidades y no a partir de premisas ideales, menos aún ideologías", recordó. Por último, el arzobispo de Cumaná aseguró que "es tiempo de reconstruir el país y, en frase del cardenal Bergoglio, ponerse la patria al hombro" y, citando un comentario al Evangelio del entonces arzobispo de Buenos Aires, concluyó: "L parábola del Buen Samaritano es un icono iluminador, capaz de poner de manifiesto la opción de fondo que debemos tomar para reconstruir esta patria que nos duele. Ante tanto dolor, ante tanta herida, la única salida es ser como el Buen Samaritano. Toda otra opción termina o bien del lado de los salteadores o bien del lado de los que pasan de largo, sin compadecerse del dolor del herido del camino".+