Jesús Daniel Alarcón Sotelo fue ordenado sacerdote en la diócesis de Goya

  • 21 de diciembre, 2015
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, ordenó sacerdote al diácono Jesús Daniel Alarcón Sotelo, el viernes 18 de diciembre, en una celebración eucarística que se desarrolló en la parroquia Nuestra Señora de Itatí. El nuevo sacerdote fue designado vicario parroquial del santuario de Santa Lucía, y ofició su primera misa el domingo 20, en la capilla del barrio Resurrección, a las 9.
Monseñor Adolfo Ramón Canecín, obispo de Goya, ordenó sacerdote al diácono Jesús Daniel Alarcón Sotelo, un joven oriundo de Victoria, Entre Ríos, el viernes 18 de diciembre, en una celebración eucarística que se desarrolló en la parroquia Nuestra Señora de Itatí. El nuevo sacerdote fue designado vicario parroquial del santuario de Santa Lucía, y ofició su primera misa el domingo 20, en la capilla del barrio Resurrección, a las 9. Junto a monseñor Canecín, concelebraron la misa de ordenación el vicario general, monseñor Luis María Adis, y el presbítero Alberto Altamirano; además de treinta sacerdotes de Gualeguaychú y de la diócesis de Goya. Se destacó la presencia del padre Mario Norberto Presentado, misionero redentorista que vino especialmente desde Mozambique, África. La ceremonia se desarrolló en un clima de mucha oración y de fervor, acompañada por el cariño de los fieles de los parajes rurales donde Daniel Alarcón ejerció su ministerio diaconal. Hubo gran participación de fieles de distintas comunidades de la diócesis, sobre todo donde desarrolló sus tareas pastorales; también estuvieron presentes sacerdotes de Victoria, Mansilla y Galarza, de Entre Ríos. En la homilía, monseñor Canecín reflexionó desde la liturgia de la palabra sobre el celo apostólico que deben tener los sacerdotes, y relacionó esta ordenación sacerdotal que acontece en el inicio del Año de la Misericordia, durante el año de la Vida Consagrada, en las proximidades del Congreso Eucarístico Nacional y en la celebración del Bicentenario de la Patria. Recalcó que "las vocaciones sacerdotales incumben a toda la Iglesia, desde el discernimiento, la formación inicial y permanente hasta la muerte del presbítero y de todas las vocaciones, porque es tarea de toda la Iglesia". Agregó que "el discernimiento tiene que hacerse entre todos y todos debemos participar en el surgimiento de vocaciones". Dirigiendosé al diácono, destacó que su ordenación sacerdotal surge en el marco de acontecimientos muy importantes de la Iglesia, como el Año Santo de la Misericordia y en el Año de la Vida Consagrada, y durante el tiempo de Adviento por eso "su vida sacerdotal y su ministerio tienen que ser un adviento permanente para responder a la iniciativa de Dios". El prelado pidió que su vida sacerdotal ayude a redescubrir el sentido del domingo, porque el sacerdote es para la Eucaristía, y desde allí, pueda dar a conocer el magisterio de la Iglesia, como recomienda San Juan Pablo II: "Celebrar la Eucaristía diaria, para que tu vida sacerdotal suscite en los fieles el deseo de visitar el sagrario y alentar a que haya adoración al Santísimo Sacramento en los lugares donde no hay". Antes de la bendición final, el nuevo sacerdote dio gracias a Dios por el don del sacerdocio. Agradeció al obispo y a los sacerdotes que lo acompañaron en su formación, como también a su familia por regalarle la vida e iniciarlo en la fe. Por último, agradeció a todos los presentes, particularmente a los fieles de las comunidades de Entre Ríos, y de las comunidades de la parroquia Itatí donde realizó su tarea pastoral, y les pidió encarecidamente que recen por él. El padre Daniel Alarcón celebró su primera misa en la capilla Cristo Resucitado de Goya el domingo 20 a las 9, y el 26 de diciembre en la capilla Santa María del Camino de la tercera sección rural, y en su pueblo natal, en la parroquia Nuestra Señora de Aránzazu de Victoria, Entre Ríos, el 28 de diciembre. El 1 de enero de 2016 llegará al santuario de Santa Lucía donde se desempeñará como vicario parroquial y fue encomendado por el Obispo la atención especial de la comunidad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de la localidad de Lavalle, sucediendo al padre Hilario Barberán, que continuará en la Vicaría Sagrada Familia de Goya.+