Mons. Colombo: "Que la Virgen nos ayude a salir de la desunión y el maltrato"

  • 12 de febrero, 2020
  • El Challao (Mendoza) (AICA)
"Salir de la tristeza, la desunión, el maltrato y el agobio de nuestros pecados, acercándonos a Jesús que nos da el vino nuevo de su gracia, alegría, unidad y paz"

Miles de peregrinos acudieron el 11 de febrero, Jornada Mundial del Enfermo, al santuario de Nuestra Señor de Lourdes, de la localidad de El Challao, donde el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, pidió a la Virgen María que ayude a los mendocinos a “salir de la tristeza, la desunión, el maltrato y el agobio de nuestros pecados, acercándonos a Jesús que nos da el vino nuevo de su gracia, alegría, unidad y paz”.
 



“Madre, ayúdanos a sentir el gusto espiritual de ser pueblo”, fue el lema convocante de esta fiesta patronal, que tuvo uno de sus momentos culminantes con la procesión desde el Parque General San Martín hasta el santuario mariano.
 



En la homilía, monseñor Colombo recordó que “también hoy entre nosotros, María quiere ayudarnos a salir de la tristeza, la desunión, el maltrato y el agobio de nuestros pecados, acercándonos a Jesús que nos da el vino nuevo de su gracia, alegría, unidad y paz”.

El arzobispo mendocino invitó a pedir especialmente por “nuestros hermanos enfermos, en el alma y en el cuerpo, por quienes los cuidan y sufren con su dolor, por la entera comunidad cristiana para que siempre sea una familia samaritana con los sufrimientos de sus miembros”.

“Cuarenta años atrás, Mendoza era la sede del Congreso Mariano Nacional. ¡Cuánto ha tenido que ver nuestra Madre la Virgen con el crecimiento del Seminario, la Escuela de Diaconado, parroquias y comunidades!”, destacó, y alentó: “Mientras nos preparamos para las celebraciones de este nuevo Año Mariano Nacional que tendrá su Congreso en abril en Catamarca, evocando los 400 años de la aparición de la imagen de la Virgen del Valle, no dejamos de dar gracias a la Virgen por acompañarnos como Iglesia en salida, fraternal y misionera”.

“Que Ella nos siga guiando para ser testigos fieles de su hijo Jesús, nuestro hermano y Salvador”, concluyó.+