Mons. Arancedo: "El Adviento es una invitación a celebrar el misterio de la fe"

  • 28 de noviembre, 2015
  • Santa Fe
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, recordó que el tiempo litúrgico del Adviento "es una invitación a celebrar el misterio de nuestra fe, Jesucristo" y aseguró que "no es posible comprender y vivir la liturgia sin partir de la vida y la palabra de Jesucristo". "Sin preparación nunca llegamos a una vivencia profunda en celebración de los misterios de la vida de Cristo. No somos espectadores, sino destinatarios y partícipes personales de su vida", subrayó.
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, recordó que el tiempo litúrgico del Adviento "es una invitación a celebrar el misterio de nuestra fe, Jesucristo" y aseguró que "no es posible comprender y vivir la liturgia sin partir de la vida y la palabra de Jesucristo. Él es el centro y su fuente". El prelado afirmó que "sin preparación nunca llegamos a una vivencia profunda en celebración de los misterios de la vida de Cristo. No somos espectadores, sino destinatarios y partícipes personales de su vida". "En Adviento la Iglesia quiere ayudarnos a disponer nuestra inteligencia y nuestro corazón, porque no se puede amar y vivir lo que no se conoce", sostuvo. En este sentido, el arzobispo santafesino consideró importante "conocer esa historia del amor de Dios que ha venido hacia nosotros y llegó a su plenitud en Jesucristo. Ello nos permite descubrirnos en este camino de Dios". "Si creemos que Dios nos habla, lo primero es escucharlo en una lectura confiada y discipular de su Palabra. Así, la Iglesia, nos va presentado este camino en la liturgia de Adviento", precisó. Monseñor Arancedo insistió en afirmar que "Adviento es tiempo de prepararnos a escuchar su voz, meditarla y dar una respuesta que oriente nuestra vida". "El Señor no obliga, está a la puerta y llama, está en nosotros abrirla para que él entre. Cuando esto sucede todo cambia, comenzamos a vivir nuestra vida con la luz de una presencia que da sentido a todo lo que hacemos. El signo de su presencia es la alegría y la paz", concluyó.+ Texto completo de la alocución