Concluyó el simposio mundial de jóvenes contra la trata de personas

  • 9 de noviembre, 2015
  • Ciudad del Vaticano
Con la participación de unos 70 jóvenes de todo el mundo, concluyó este domingo 8 de noviembre, el Simposio Mundial de Jóvenes contra la Trata de personas, que tuvo por lema: "El perfecto amor echa fuera el temor, la avidez y la esclavitud: los jóvenes tienen que guiar el camino" y fue auspiciado por la Pontificia Academia de Ciencias que dirige el obispo argentino monseñor Marcelo Sánchez Sorondo. Durante el Simposio los jóvenes compartieron sus experiencias de vulnerabilidad y estigmatización del flagelo junto a expertos y activistas en la materia, especialmente invitados al Encuentro.
Con la participación de unos 70 jóvenes de todo el mundo, concluyó este domingo 8 de noviembre, el Simposio Mundial de Jóvenes contra la Trata de personas, que tuvo por lema: "El perfecto amor echa fuera el temor, la avidez y la esclavitud: los jóvenes tienen que guiar el camino" y fue auspiciado por la Pontificia Academia de Ciencias que dirige el obispo argentino monseñor Marcelo Sanchez Sorondo. Durante el Simposio los jóvenes compartieron sus experiencias de vulnerabilidad y estigmatización del flagelo junto a expertos y activistas en la materia, especialmente invitados al Encuentro. Esta iniciativa busca consolidar una red mundial de jóvenes "promotores y puntos de referencia para las agencias y las instituciones que combaten esta causa en el mundo", expresó monseñor Sánchez Sorondo a Radio Vaticana y explicó que "ha sido realmente una explosión de sugerencias, de inteligencia, de bondad de jóvenes muy comprometidos, algunos de ellos con apenas veinte años que son fundadores de organizaciones que están teniendo una importantísima presencia para concientizar del problema y para, sobre todo, rehabilitar a las víctimas que es la parte más difícil". La religiosa italiana Eugenia Bonetti, que coordina a 250 hermanas de 80 congregaciones diferentes que trabajan en un centenar de refugios repartidos por toda Italia, una de las voces que se escucharon durante el Simposio, expresó que "para evitar el tráfico hay que llevar adelante tareas de prevención y para eso hay que apostar por la educación y la información" dice con ojos esperanzadores a los jóvenes. "Tengo 17 años y soy de Ghana. Cuando tenía 10, con mi hermano mayor emigramos a Libia. Al llegar, mi hermano me puso a trabajar como albañil" recordó John, víctima de trabajo esclavo. Luego de varios años pudo escapar cruzando el Mar Mediterráneo para llegar a la isla italiana de Lampedusa. Allí fue rescatado y asistido por una ONG católica que le encontró una familia con la cual vivir dignamente. La argentina Daniela Chávez, víctima de trata de personas, dio a conocer su caso porque "sin lucha no hay mañana". Su vida fue una pelea constante: maltratada por sus padres, golpeada y captada por una red de trata, padeció un infierno en sus 36 años de vida. "El camino que tienen que tomar los eritreos para llegar a Europa y los terribles desafíos que ello implica deben ser denunciados" pidió Vanessa Berhe quien a sus 19 años es la voz de 5.000 personas que huyen de Eritrea todos los meses. Vanessa fundó en 2013 "OneDay Seyoum", agrupación que lucha por la liberación de su tío Seyoun Tsehaye, un periodista apresado en 2001 en Eritrea. "El punto más importante es que la gente, que todo el mundo, que la Opinión Pública, que los pueblos estén conscientes del problema, lo que nosotros llamamos la concientización, y que reaccione ante ello, que pida cuando es momento de las elecciones, que pida a los políticos un compromiso concreto", concluyó monseñor Sánchez Sorondo.+