Mons. Uriona llamó a continuar con el plan pastoral viviendo la sinodalidad

  • 5 de febrero, 2020
  • Río Cuarto (Córdoba)
El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, envió una carta pastoral a los fieles

El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, envió una carta pastoral a los fieles con el objetivo de animarlos a iniciar el año pastoral 2020 con el compromiso renovado de anunciar la “alegría del Evangelio”.

En su carta, destacó los dos acontecimientos significativos que la Iglesia argentina vivirá este año: La conmemoración de los 500 años de la primera misa en territorio nacional, que se celebrará el 1º de abril con una misa en Puerto San Julián, Santa Cruz; y el 400º aniversario del hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle, en cuya conmemoración se celebra en Catamarca el Congreso Mariano Nacional, del 23 al 26 de abril.

En cuanto al plan diocesano de pastoral, el obispo hizo hincapié en el constante llamado del papa Francisco a la “sinodalidad”, animando a la comunidad a ser “una Iglesia de la escucha, con la conciencia que escuchar ‘es más que oír’. Es una escucha recíproca en la cual cada uno tiene algo que aprender”.

“En lo que toca a nuestra diócesis, luego de reflexionarlo en el Consejo presbiteral y con el Equipo de animación del Consejo Pastoral Diocesano, considero imprescindible volver a estudiar el plan pastoral, intentando percibir el espíritu con el cual fue elaborado y buscando creativamente mecanismos pastorales que nos ayuden a implementarlo”, exhortó.

En ese sentido, propuso responder algunas preguntas para continuar con la misión en la que, consideró, “debemos involucrarnos todos”. En primer lugar animó a preguntarse “¿Qué buscamos?”, y planteó como respuesta: “La renovación de las comunidades”.

En segundo lugar, “¿Qué hacemos?”, a lo que propuso: “Nos abocamos a la misión”. Y en respuesta a “¿En qué espacios privilegiados actuaremos?”, puso como prioridad “las urgencias”, que “abracan un amplio espectro de desafíos”. Sobre el “¿Cómo?”, animó a poner en práctica los criterios que suponen una conversión personal y comunitaria.

Finalmente, planteó la necesidad de un papel protagónico de los laicos, y advirtió sobre un clericalismo inconsciente que se infiltra como un grave problema para la Iglesia, llevando a la funcionalización del laicado y coartando sus iniciativas; llamó al discernimiento pastoral en pos de una conversión que permita superar el “siempre se hizo así”; y animó a participar de los encuentros que se llevarán a cabo el 29 de febrero, el 21 y el 28 de marzo.