P. Mourad: "No tenía miedo de morir por nuestro Señor"

  • 14 de octubre, 2015
  • Homs (Siria)
"Este es el milagro que el buen Dios me dio: mientras estaba preso esperaba el día de mi muerte, pero con una grandísima paz interior. No tenía ningún problema para morir por el nombre de nuestro Señor, no habría sido ni el primero ni el último, sino uno entre los miles de mártires por Cristo", expresó el sacerdote siro-católico Jacques Murad, en una entrevista con el telediario de Tv2000, donde contó algunos detalles de su prisión en Siria, que duró alrededor de 5 meses.
"Este es el milagro que el buen Dios me dio: mientras estaba preso esperaba el día de mi muerte, pero con una grandísima paz interior. No tenía ningún problema para morir por el nombre de nuestro Señor, no habría sido ni el primero ni el último, sino uno entre los miles de mártires por Cristo", expresó el sacerdote siro-católico Jacques Murad, en una entrevista con el telediario de Tv2000, donde contó algunos detalles de su prisión en Siria, que duró alrededor de 5 meses. El padre Mourad ?cuya libertad fue anunciada por el Patriarca de Antioquia, Su Beatitud Ignace Youssif III Younan-, dijo que "casi todos los días había alguien que entraba en mi celda y me decía: ?¿Quién eres??. Yo respondía: ?Soy nazareno, o sea cristiano?. ?Entonces eres un infiel?, gritaban. ?Y, como eres un infiel, si no te conviertes, te degollaremos con un cuchillo?. Pero yo nunca firmé el acta para abjurar del cristianismo". El padre Jacques, prior del monasterio de Mar Elian en Al-Qariatayn, al suroeste de Homs, en Siria, secuestrado en mayo de 2015 cerca del lugar de culto que fue destruido por el llamado Estado Islámico (EI) en agosto. El sábado pasado logró la libertad al escapar, en moto, de sus secuestradores. El prior recordó que fue secuestrado "el 21 de mayo del monasterio de Mar Elian por algunas personas armadas que me capturaron junto con otro joven. Eran de un grupo del "Daesh", es decir el EI, proveniente de la ciudad de Al-Qariatayn". "Durante los primeros cuatro días estuvimos en las montañas, encerrados en un coche del monasterio con el que nos habían llevado -recuerda-. Después fuimos conducidos a Raqqa, y allí estuvimos otros tres meses en una prisión cerca de la ciudad. Hasta que el 11 de agosto fuimos llevados a los alrededores de Palmira, en donde siguen prisioneros otros 250 cristianos de la ciudad de Al Qariatayn". Sobre su escape, el padre Mourad dijo que se disfrazó para dejar Al Qariatayn "y me fugué en una moto con la ayuda de un amigo musulmán. Pero ahora estoy trabajando con un sacerdote ortodoxo y otros amigos beduinos y musulmanes para liberar a los otros 200 cristianos que siguen prisioneros. Hoy mismo, ya pudieron escapar otros 40 cristianos". "Quiero agradecer a todos aquellos que rezaron por mi liberación. Verdaderamente es un milagro que un sacerdote pueda liberarse de las manos del EI. Es un milagro que la Virgen María hizo por mí" afirmó.+