Frente a la corrupción en el fútbol, monseñor Aguer propone "volver al potrero"

  • 6 de agosto, 2015
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, propuso "volver al potrero" al referirse al escándalo en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) que también salpica a la Asociación Argentina de Fútbol (AFA), en un artículo publicado en al diario platense El Día. "¿Será iluso pensar que algo siquiera del ´espíritu del potrero´ puede inspirar a los protagonistas, a las instituciones, a la organización misma del mundo futbolístico?", interpeló y agregó: "Siquiera porque el negocio del fútbol cambiaría de perfil si se asegurase la honestidad, el ahorro del derroche, el sentido social y el empleo de esas fortunas inmensas en favor de los necesitados. Volver al potrero, entonces".
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, propuso "volver al potrero" al referirse al escándalo en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) que también salpica a la Asociación Argentina de Fútbol (AFA), en un artículo publicado en al diario platense El Día. "Con FIFA rima AFA, nuestra AFA, en la cual se han ventilado casi contemporáneamente trapacerías, ya que los argentinos no podíamos quedarnos atrás en materia de afanos", subrayó. En este sentido, el prelado recordó que el papa Francisco advirtió durante su visita al Paraguay que "la corrupción es la polilla, la gangrena de un pueblo (y de todo lo que toca)". El arzobispo platense destacó que "para los futboleros argentinos de mi época, por lo menos para los pibes de barrio, hay una referencia insoslayable como lugar de iniciación en el fútbol: el potrero, en el que el deporte era verdaderamente juego, práctica espontánea, natural, desinteresada". "¿Será iluso pensar que algo siquiera del ´espíritu del potrero´ puede inspirar a los protagonistas, a las instituciones, a la organización misma del mundo futbolístico?", interpeló y agregó: "Siquiera porque el negocio del fútbol cambiaría de perfil si se asegurase la honestidad, el ahorro del derroche, el sentido social y el empleo de esas fortunas inmensas en favor de los necesitados. Volver al potrero, entonces". Por último, monseñor Aguer aseguró que "este símbolo del retorno a la naturaleza de la cosa misma, a la sencillez de la verdad, puede entenderse como una parábola y aplicarse a otras actividades deformadas por el amor al dinero, por ejemplo a los ?negocios? ininvestigables y siempre impunes de la política. Otra sería nuestra suerte".+ Texto completo del artículo