El obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, pidió a los juristas y magistrados que participen en la redacción de protocolos que eviten futuros casos de eutanasia en base a lo sucedido con Marcelo Diez, quien murió de forma natural pocas horas después de conocerse que la Corte Suprema avalaba su muerte por deshidratación e inanición.
En una de sus recientes homilías, el obispo de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJ, pidió a los juristas y magistrados que participen en la redacción de los protocolos y otros instrumentos jurídicos para que no se produzcan casos de eutanasia en base a lo sucedido con Marcelo Diez, el hombre que murió de forma natural pocas horas después de conocerse que la Corte Suprema avalaba su muerte por deshidratación e inanición.
El obispo neuquino consideró que ese fallo del máximo tribunal del país "tendrá repercusiones", porque "es una tranquera abierta con posibles consecuencias que no sabemos cuáles serán".
"Le pido a los juristas de Neuquén, a los médicos, a los abogados y a todos aquellos que tienen una gran valoración de la vida que tomen parte activa en la redacción de los protocolos y reglamentos que van a vehiculizar ese fallo para otros casos", dijo el prelado.
"Como Nación ?agregó- no nos hace bien tener textos ambiguos, que abren las puertas a cosas que no queremos, sobre todo donde entra en juego el gran don de la vida".
Para el obispo, el fallo sobre el caso Diez es "contradictorio", porque "proclama cosas muy lindas sobre la persona", pero se contradice en su conclusión con los principios proclamados. "Este fallo que no se aplicó a Marcelo, porque Dios quiso que realmente quedara vacío en relación a él, puede perjudicar a muchas otras personas", advirtió.
Monseñor Bressannelli afirmó que Diez tuvo una "muerte digna" al fallecer de manera natural, y sentenció: "No hay otra muerte digna que no sea morir naturalmente. Se pueden poner nombres a las cosas, pero los nombres que les ponemos, no alteran la sustancia. En esta cultura se utilizan nombres para adormecer las conciencias y no mirar de frente a la realidad, y eso nos hace mal".
Para el pastor de la Iglesia en Neuquén, con este fallo "se abrió una tranquera a una eutanasia encubierta, y eso es doloroso".
El obispo aseguró que la diócesis sintió "profundamente" lo sucedido con Marcelo Diez y el posterior fallo de la Corte Suprema, porque "estuvo comprometida con caridad, con compasión, con mucha cercanía" a este hermano. También recordó que Diez tenía "conciencia mínima", según marcaron tres pericias médicas realizadas poco antes de su deceso.
Para el prelado, "Dios nos quiere decir algo" con esta situación. "El Señor ?agregó- lo recibió en su casa pocas horas después de que fuera público el fallo. El que tiene fe es quien ve. No hay que ver para creer, sino creer para ver. Porque tenemos fe, vemos la mano de Dios en cómo se ha cerrado este proceso. Pero queda una herida abierta que es el fallo de la Corte Suprema de la Nación".+
Texto completo de la homilía