Recuerdan al padre Sonzini a cuatro años de su fallecimiento

  • 16 de julio, 2015
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
El arzobispo de Salta, Mons. Mario Cargnello, presidió una misa para rogar por el eterno descanso del alma del Pbro. Santiago Sonzini, al cumplirse cuatro años de su muerte. La celebración eucarística, que tuvo lugar en la parroquia Santa Rosa de Lima, de la capital catamarqueña, el martes 14 de julio, y que fue concelebrada por el párroco, Pbro. Armengol Acevedo, congregó a una gran cantidad de fieles, que expresaron su cariño y respeto hacia el sacerdote, que acompañó espiritualmente a esta comunidad durante 45 años.
El arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, presidió una santa misa para rogar por el eterno descanso del alma del presbítero Santiago Sonzini, al cumplirse el cuarto aniversario de su fallecimiento. La celebración eucarística, que tuvo lugar en la parroquia Santa Rosa de Lima, de la capital catamarqueña, el martes 14 de julio, y que fue concelebrada por el párroco, presbítero Salvador Armengol Acevedo, congregó a una gran cantidad de fieles, quienes expresaron su cariño y respeto hacia el sacerdote, que acompañó espiritualmente a esta comunidad durante 45 años. En su homilía, monseñor Cargnello dijo que el padre Sonzini dejó "una verdadera huella que va acelerando la vida de esta comunidad. Pero no solamente para ustedes como feligreses sino para muchos de nosotros, los sacerdotes. Su figura ha sido como faro en el camino de nuestra formación y es por eso que lo hemos querido mucho y no solamente lo hemos reconocido como padre, sino que también lo llamábamos tío. Era la manera afectuosa de reconocer la profundidad de su presencia en nuestro corazón". "Vivió y murió como sacerdote, fiel a lo que la Iglesia decía, su corazón se desbordó por la caridad con los más pobres. El Hogar Mama Achachita ha sido una expresión de ese afecto entrañable, al estilo de Jesús, por los más necesitados", destacó el arzobispo visitante, recalcando que "no se agotó su misión en esta institución, sino que también supo mirar las necesidades de su parroquia, descubriendo al chico, al joven, a las familias necesitadas y estuvo al lado de ellos. Por eso lo reconocemos y agradecemos todo lo que ha hecho y ha sido para todos nosotros". En otro momento de su homilía dijo que "nuestro querido padre Santiago fue un hombre que hizo tanto bien, que fue un impulso de fe para todos, como lo deberíamos ser cada uno de nosotros, un impulso de fe para los que nos rodean porque Dios no nos abandona, nos hace siempre ser sal y luz, que nos hace siempre mostrar que vale la pena creer, ser sus hijos, ser su familia en el corazón de la Iglesia". Tomando la Palabra de Dios proclamada, dijo que la misma "nos invita a poner nuestro corazón en Dios". Y exhortó a "renovar nuestra confianza en la obra de Dios en el corazón de nuestra parroquia y renovar nuestro compromiso para trabajar, para sembrar el bien, para fortalecernos en los momentos de debilidad y para luchar cuando parece que todo no va bien. El Señor está, no nos abandona. Sepamos descubrir la presencia del Señor y no busquemos lo extraordinario. Él nos ofrece el milagro de estar con nosotros cada día, en nuestro trabajo, en el cumplimiento de nuestras obligaciones, en las relaciones familiares, en el vínculo con nuestros amigos, en el trabajo de la parroquia". Antes de la despedida final, monseñor Cargnello llamó a los fieles de la parroquia a celebrar a Santa Rosa de Lima con el fervor que el padre Sonzini transmitía en sus homilías. Los fieles acercaron alimentos no perecederos destinados al comedor Mama Achachita, que fueron colocados en un canasto en el ingreso al templo parroquial.