Los niños catamarqueños quieren ser sal y luz del mundo
- 7 de julio, 2015
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San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
El fin de semana se llevó a cabo el segundo Encuentro Diocesano de Niños de Catamarca, que congregó a cientos de jóvenes provenientes de las parroquias de la capital y del interior de la provincia. El encuentro giró en torno a promover en los niños la misión de ser luz y sal en el mundo, para que den sabor e iluminen con el amor de Dios en cualquier lugar que se encuentren.
El fin de semana se llevó a cabo el segundo Encuentro Diocesano de Niños de Catamarca, que congregó a cientos de jóvenes provenientes de las parroquias de la capital y del interior de la provincia. El obispo diocesano, monseñor Luis Urbanc, participó del encuentro junto con varios sacerdotes abocados a la pastoral de los niños.
El encuentro tuvo como escenario el Colegio del Carmen y San José, en la ciudad capital, y fue organizado por la Pastoral Diocesana de la Niñez, a cargo del presbítero Santiago Granillo, bajo el lema "Ustedes son la sal de la tierra, ustedes son la sal del mundo".
El encuentro giró en torno a promover en los niños la misión de ser luz y sal en el mundo, para que den sabor e iluminen con el amor de Dios en cualquier lugar que se encuentren, tal como expresó el padre Granillo en sus palabras de bienvenida.
Monseñor Urbanc se dirigió a los pequeños para explicarles el significado del envío de ser sal de la tierra y luz del mundo: "La sal fue un elemento imprescindible en la antigüedad, por eso Jesús lo utiliza para simbolizar la importancia de nuestra misión en el mundo".
"La sal y la luz ?agregó el obispo- indican la saludable influencia que deben tener sobre la sociedad. Influenciar para bien en los amigos, hermanitos, en la escuela, jugando, estudiando, divirtiéndose, y en la vida de los padres. ¡Deben ser luz, iluminar la vida de los demás con su testimonio alegre y generoso!".
A lo largo de la jornada, los niños jugaron y cantaron, rezaron y expresaron a través de diversas consignas su amor a Dios, de la mano del grupo Yanai y los miembros de la Infancia y la Adolescencia Misionera (IAM). Además realizaron trabajos en grupos divididos por edades y luego por parroquias para reflexionar sobre cómo llevar este mensaje a los demás niños de sus ambientes.+