Miles de paraguayos vuelven a su tierra por el Papa

  • 8 de julio, 2015
  • Buenos Aires (AICA)
Miles de paraguayos residentes en la Argentina dejarán por unos días sus hogares para regresar a su tierra natal y asistir en Asunción a la visita apostólica del papa Francisco. El Equipo Pastoral Paraguayo en la Argentina (EPPA) prevé movilizar al menos mil compatriotas hasta allá. En diálogo con AICA contaron cómo se preparan y revivieron anécdotas vividas con Jorge Bergoglio.
Miles de paraguayos residentes en la Argentina dejarán por unos días sus hogares para regresar a su tierra natal y asistir en Asunción a la visita apostólica del papa Francisco. En ómnibus, en combis y en vehículos particulares, en los próximos días se registrará una "operación retorno" que ha movilizado a la colectividad paraguaya en la Argentina. Más allá de las iniciativas particulares, el Equipo Pastoral Paraguayo en la Argentina (EPPA) organiza desde Buenos Aires a cientos de conciudadanos que residen en la capital federal y en el conurbano bonaerense para vivir un momento único cerca de Jorge Bergoglio, el jesuita que estuvo cerca de ellos hasta sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires. Según sus registros, al menos mil compatriotas comenzarán el éxodo este miércoles 8 de julio, en vísperas del feriado nacional. Miguel Ángel Acosta, coordinador de esta organización, contó a AICA cómo se preparan las comunidades desperdigadas en el conurbano, en La Plata y en Santa Fe para volver al Paraguay. En la sede de esta entidad, en el barrio porteño de Caballito, dice que rezan desde hace tiempo por el éxito y por los frutos espirituales de esta visita. "Nuestra tarea de preparación comenzó hace tiempo desde que el Papa pidió que lo tengamos presente en la oración. Vivimos muy de cerca el tiempo que estuvo en Buenos Aires, lo conocemos de acá y nos ayudó muchas veces de manera concreta, con donaciones de dinero", cuenta este hombre de 60 años, radicado hace décadas en el país. Un Papa conocedor del Paraguay La historia de Jorge Bergoglio está estrechamente vinculada con la comunidad paraguaya en el país. Por su formación jesuita conoce la tarea de la Compañía fundada por san Ignacio de Loyola en la Mesopotamia argentina y en el Paraguay. Antes de ser obispo ?fue ordenado en 1992-, Bergoglio alojó en la casa de Bogotá 327 -curia provincial de los jesuitas entre 1969 y 1973- al padre Francisco de Paula Oliva SJ, echado del Paraguay por la dictadura de Stroessner. "Él lo conoce mucho al pai Oliva, y seguramente lo vaya a ver, porque está en el Bañado Sur", cuenta Acosta. En efecto, cuando Stroessner fue derrocado, el padre Oliva fue invitado a regresar al Paraguay y se le devolvió la ciudadanía. Ahora trabaja en una de las zonas más pobres de Asunción, castigada por las constantes subidas del río. Allí irá el Papa el domingo 12 de julio como parte de su visita a la capilla San Juan. Los paraguayos del EPPA también guardan con cariño los gestos que el cardenal Bergoglio tuvo con ellos. El 1º de noviembre de 2010, una imagen de Nuestra Señora de Caacupé fue recibida con honores en la catedral metropolitana, en una misa que presidió el arzobispo. En esa ocasión, el purpurado arrancó un aplauso cerrado al decir que esta advocación es "doblemente gloriosa" por ser la Madre de Dios? y "por ser paraguaya". "Tuvimos un trato muy cercano ?recuerda Acosta-; él hablaba con los pai que venían de misión y los visitaba en su hospedaje; traía ayuda concreta, dinero para la misión. La última vez que ocurrió eso fue hace tres años, antes de ir al Cónclave; entonces depositó en nuestra cuenta 3.000 pesos y nos mandó un correo aclarando que mandaba eso solo porque estaba difícil la situación". Operación retorno Los integrantes del EPPA prevén salir el miércoles 8 de julio por la tarde desde la terminal de ómnibus de Retiro. Con la demora que pudiera haber en el paso fronterizo de Clorinda, aguardan llegar a la capital paraguaya el jueves 9 de julio por la noche. Además de asistir a la misa en el santuario mariano de Caacupé o la Eucaristía en el campo Ñu Guazú, tienen entrada asegurada al encuentro del Papa con representantes de la sociedad civil en el estado León Condou. En ese encuentro reservado, los líderes de la Pastoral Paraguaya van a llevarle al Papa una carta de agradecimiento, pero también de denuncia. Es que en esa misiva se condensarán los reclamos y dificultades de las organizaciones sociales que nuclean a los paraguayos en la Argentina. "Queremos contarle cuál es nuestra situación, por eso vamos a hacerla pública y vamos a entregar una copia a la prensa", adelantó el coordinador laico del EPPA. Entre los muchos paraguayos residentes en el exterior ?principalmente en la Argentina, Brasil, España y los Estados Unidos- viajarán los vecinos de la Villa 31, de Retiro; los fieles de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, de la Villa 20, en Barracas; los habitantes de Ciudad Oculta y los residentes de Villa Lugano y Villa Cildáñez, en Parque Avellaneda. Del conurbano bonaerense dirán presente las comunidades de base de Florencio Varela, Quilmes, Monte Grande, Ezeiza, Lanús, Villa Jardín, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Morón, Villa Tesei, Ituzaingó, San Justo, Laferrere, Merlo, Moreno, Marcos Paz, San Martín, Don Torcuato, Derqui, San Fernando, Tigre, Zárate y Campana. También contingentes de Rosario y sus alrededores. La historia del EPPA El EPPA es una organización que, en el marco de la pastoral de migraciones, trabaja en forma mancomunada al servicio de su pueblo en comunión con la Iglesia católica a la que pertenece. Se definen como "una organización laical, pero eclesial", y promueven la fe cristiana y la religiosidad, las buenas costumbres y los valores peculiares del Paraguay. Entre 1950 y 1960 miles de paraguayos llegaron a Buenos Aires en busca de una mejor calidad de vida. Entre los migrantes había personas con experiencia en organizaciones católicas, exseminaristas, religiosas, miembros de la Juventud Obrera Católica ?llamados jocistas- y sindicalistas que se reunían con frecuencia para ayudar a sus compatriotas. En 1960, un grupo denominado "Comunidad Paraguaya" construyó una casa en la localidad de Valentín Alsina para brindar vivienda y asistencia a los recién llegados. Posteriormente se creó el Movimiento Sindical Paraguayo (MSP), que se dedicó a defender los derechos del trabajador inmigrante. Ya en 1968, con el calor de los debates que generó el Documento de Medellín del Consejo Episcopal Latinoamericano, unos 40 paraguayos, entre seminaristas, religiosas y laicos, realizaron una jornada de reflexión en el seminario metropolitano de Buenos Aires y luego recrearon la JOC en estas tierras. Por entonces, el obispo de San Juan de las Misiones, monseñor Ramón Bogarín Argaña, reunía y animaba a sus compatriotas en la gran urbe bonaerense. Había búsqueda constante, sobre todo en lo social, lo político y lo laboral, para servir mejor a los compatriotas. Ese "gran vacío", como ellos lo llamaban, se fue llenando de a poco a partir de la Semana Santa de 1970, cuando 16 laicos participaron activamente de un retiro espiritual con el jesuita Francisco de Paula Oliva, que tuvo por tema principal "¿Es posible seguir siendo cristianos en la migración?". Y así nacía el EPPA. En la actualidad, el capellán del EPPA es el presbítero Juan Bravo. Además, la Conferencia Episcopal Paraguaya, a través de monseñor Gabriel Escobar, obispo del vicariato apostólico del Chaco Paraguayo y presidente de la Pastoral de Migrantes, mantiene una relación fluida con la comunidad. Cada año se realiza una misión a la que asisten obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. La última fue en diciembre de 2014 en Florencio Varela.+