Advierten el creciente número de espectáculos sexuales en boliches

  • 30 de junio, 2015
  • Quilmes (Buenos Aires)
El obispado de Quilmes, a través del Secretariado Diocesano para la Familia, emitió una nota en la que denuncia el creciente número de espectáculos sexuales que suceden en muchos boliches del conurbano bonaerense y pide quitar apoyo a "las expresiones que exponen la intimidad sexual para mejor vender o atraer público".
El obispado de Quilmes, a través del Secretariado Diocesano para la Familia, emitió una nota en la que denuncia el creciente número de espectáculos sexuales que suceden en muchos boliches del conurbano bonaerense y advierte que "quitar valor humano del sexo es degradar a las personas". El presbítero Daniel Viera, asesor del Secretariado para la Familia de la diócesis de Quilmes, respondió por pedido del obispo, monseñor Carlos Tissera, a la consulta que un medio periodístico hiciera al obispado sobre su postura frente a los espectáculos pornográficos que ocurren en la zona. "En este tiempo, nuestra Iglesia de Quilmes acompaña comprometidamente todas las acciones en favor de los derechos de las personas, en particular en el tema de la trata de personas, tanto en la denuncia de este delito y en la lucha por su erradicación, como el anuncio con hechos y testimonios del flagelo de este delito", explica el comunicado. "En la ciudad es posible advertir que muchas veces el sexo es usado para comerciar de muchas maneras, y para ello se lo deshumaniza, quedan anuladas las personas y solo vale lo que se pueda vender sin importar los medios", manifestó el sacerdote. El Secretariado para la Familia pidió "construir una cultura que respete la dignidad de las personas" y quitar apoyo a "las expresiones que exponen la intimidad sexual para mejor vender o atraer público, ya sea a través de espectáculos en la vía pública como en la diversidad de los programas televisivos que muestran a la mujer, reduciéndola a un objeto de consumo". "¡Digamos sí a la cultura de la vida, que es respeto por la dignidad de las personas; y digamos sí a una cultura de la vida que impida que la sexualidad, don de Dios, se cosifique y degrade", concluye la reflexión del Secretariado Diocesano para la Familia.+