La visita del Papa a Turín es una gran alegría para la familia salesiana

  • 19 de junio, 2015
  • Turín (Italia)
"Para nosotros, salesianos y para la Familia Salesiana ver al Papa en Valdocco es un motivo para dar gracias al Señor, dar gracias al Papa y al mismo tiempo es un tiempo, una nueva oportunidad de crecer en la fidelidad al Señor, a la Iglesia y en nuestro carisma, porque su presencia nos invita a avanzar en este camino de fidelidad", expresó, en una entrevista con la agencia noticias salesianas (ANS), don Ángel Fernández Artime, rector mayor de los Salesianos, sobre la visita del papa Francisco a Turín el próximo domingo, 21 de junio.
"Para nosotros, salesianos y para la Familia Salesiana ver al Papa en Valdocco es un motivo para dar gracias al Señor, dar gracias al Papa y al mismo tiempo es un tiempo, una nueva oportunidad de crecer en la fidelidad al Señor, a la Iglesia y en nuestro carisma, porque su presencia nos invita a avanzar en este camino de fidelidad", expresó, en una entrevia con la agencia noticias salesianas(ANS), don Ángel Fernández Artime, rector mayor de los Salesianos, sobre la visita del papa Francisco a Turín el próximo domingo, 21 de junio. -El papa Francisco dijo que iba a ir a Turín por la Sábana Santa y el bicentenario del nacimiento de Don Bosco... ¿qué representa para los salesianos y la Familia Salesiana este acontecimiento? - La presencia del papa Francisco es siempre donde quiera que vaya, una gran alegría y un regalo para todos. Para nosotros Salesianos y para la Familia Salesiana ver al Papa en Valdocco es una razón para dar gracias a Dios, gracias al Papa, y al mismo tiempo es un momento, una nueva oportunidad de crecer en la fidelidad al Señor, a la Iglesia y a nuestro carisma porque su presencia nos invita a avanzar por este camino de la fidelidad; no será sólo una visita turística. -La devoción al Papa fue transmitida a la Congregación por Don Bosco. ¿Qué significa, en este momento histórico particular, vivir esta fidelidad? - Encontramos en nuestra herencia carismática recibida de Don Bosco un gran amor a la Iglesia y un gran amor al Papa. Esto es para nosotros hoy día de gran actualidad. Como Familia Salesiana vivimos con este profundo sentido, queremos asegurar ante todo esta lealtad a la Iglesia. La Familia Salesiana es Iglesia, ya que sigue al Señor Jesús. Al mismo tiempo, la Familia Salesiana está en el mismo camino de la Iglesia. Queremos ser como invita el papa Francisco, la Iglesia que sale a los suburbios, que está cerca de los pobres. Creo que en este momento histórico tenemos esta responsabilidad muy especial incluso por fidelidad a Jesús, a la Iglesia y al Papa: ser educadores realmente valientes y evangelizadores de los jóvenes. Nunca podemos olvidar que esta es nuestra gran responsabilidad. Ser evangelizadores de los jóvenes en el mundo y lo hacemos a través de la educación, la humanización, la formación. - Tener un Papa con este conocimiento de Don Bosco y de amor por la Virgen, ¿aumenta el sentido de responsabilidad de la Congregación con relación al carisma y la misión? - El Papa nos invita a nosotros Congregación Salesiana y por extensión a la Familia Salesiana a ser muy fieles al Señor Jesús en nuestras raíces carismáticas. El Papa nos recuerda siempre nuestra urgencia de ir al encuentro de las necesidades de los jóvenes, especialmente de los más necesitados. Nos invita a no cansarnos, a no instalarnos en un espacio de confort, como Congregación, a buscar la sobriedad, la austeridad, la pobreza. Y es mi tarea como Rector Mayor, recordarlo a toda nuestra Familia Salesiana y, especialmente, a la Congregación Salesiana. - ¿Cuáles son los desafíos que los Salesianos y la Familia Salesiana todavía pueden conseguir para ser más fieles a las directrices y el estilo del papa Francisco? - Creo que poseemos una gran sensibilidad para tener los ojos y los oídos abiertos a los gritos reales de los jóvenes, para captar cuáles son realmente las urgencias, el clamor de los jóvenes de este mundo, de los más pobres, cuáles son realmente sus pobrezas. Y no podemos estar tranquilos sin escuchar y sin buscar la manera de responder a ellas. Porque este es el clamor que nos viene del mismo Señor Jesús. Estoy convencido de que Don Bosco hoy haría todo lo posible para tener una gran sensibilidad hacia el clamor de este mundo, que es un mundo difícil, como difícil era su mundo. El punto de partida es el siguiente: una gran sensibilidad, una gran apertura también en el corazón y ponernos en marcha. No sólo hacer un análisis en el despacho, sino ponernos, como Familia Salesiana y como Congregación, siempre en movimiento en todas partes del mundo. No me cansaré nunca de decir y recordar esto a nuestra Familia Salesiana. - ¿Su amistad con el papa Francisco viene de cuando usted era inspector y él cardenal? A menudo me hacen esta pregunta. Pero no puedo decir que hayamos sido grandes amigos. Fue el conocimiento y la relación de un Provincial salesiano con su Pastor, durante las celebraciones y lo vi con una gran sensibilidad por los más pobres. Fue un gran pastor de nuestra diócesis en la Argentina, y algunas veces estuvimos juntos rezando en la basílica de María Auxiliadora en el barrio de Almagro, en Buenos Aires. Siempre estuvo muy cerca de nosotros, salesianos, pero dada su gran sensibilidad también de todos los demás. Agradezco esta pregunta, ya que parece que he sido un gran amigo suyo y esto no es cierto. - ¿Alguna vez ha pensado, conociendo al cardenal Bergoglio, que algún día podría llegar a ser Papa? - Siempre creí que era realmente un gran cardenal y me gustó mucho su humilde sentido de Buen Pastor. Pero nunca pensé en él como Papa. En primer lugar porque estaba el Papa Benedicto XVI, y nadie podía predecir aquella decisión libre, de gran coraje y fe, que permitió tener hoy al papa Francisco. Estoy muy contento con este servicio del Papa y lo dije muchas veces: Demos gracias a Dios por el papa Francisco, pero demos gracias a Benedicto XVI, ya que, como he dicho, tuvo esta gran fe, esta gran visión de la Iglesia y esta gran libertad.+