El sacerdocio "es ante todo una llamada del Amor", sostiene el Papa

  • 12 de junio, 2015
  • Ciudad del Vaticano
El papa Francisco pronunció una meditación sobre el sacerdocio a miles de presbíteros de todo el mundo reunidos en la basílica de San Juan de Letrán durante tarde del viernes 12 de junio, en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. El pontífice destacó la importancia del sacramento de la reconciliación, la colaboración con los obispos, el papel de las mujeres y la situación de la Iglesia en zonas de misión.
El papa Francisco pronunció una meditación sobre el sacerdocio a miles de presbíteros de todo el mundo reunidos en la basílica de San Juan de Letrán durante tarde del viernes 12 de junio, en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. La meditación, junto con la celebración de la misa, sirvió para concluir el Retiro Mundial de Sacerdotes que fue convocado en Roma por los católicos carismáticos de los Servicios Internacionales de la Renovación (ICCRS) y la Fraternidad Católica. Sacerdocio, una llama de amor Dirigiéndose a ellos en castellano, Francisco habló sin papel y dijo a los presentes que la llamada al ministerio sacerdotal "es sobre todo una llamada de amor". En referencia a una típica canción carismática, Francisco les pidió que no se olviden del gesto de amor del Señor al convocarlos al ministerio. "No se olviden ?reiteró-, incluso en los peores momentos, cuando se han peleado con el Señor, incluso cuando han sido infieles al Señor, no tengan miedo. Estén cerca del Santísimo Sacramento, y canten de nuevo". "En todos esos momentos, digan al Señor «Yo soy la basura, mirá lo que he hecho, mira lo que he sufrido, mirá lo que pasó», para luego decirle «Vos hiciste un gesto hermoso». Y dejen que las lágrimas fluyan; ese será un momento de gran santidad, incluso si usted está en pecado mortal, debido a que el perdón está ahí y es un diálogo de amor. Luego vayan al sacerdote confesor para que pueda barrer la chimenea, pero sepan cuándo hay que cantar al Señor", dijo el Papa. El Santo Padre llegó a pedir a los sacerdotes que sean misericordiosos con los fieles, diciendo que algunas veces tienden a actuar más como un empleado y perder el amor por el pueblo de Dios. También les instruyó en la entrega de las homilías, exhortándolos a "tener compasión de los pobres". "Una homilía no es una conferencia, no es una clase de catecismo, es sacramental, es la palabra de Dios en la homilía", observó el pontífice. "Se trata ?añadió- de un lenguaje positivo, no prohibitivo. La estructura homilética necesita tener el anuncio kerygmático, una breve catequesis sobre ese anuncio kerygmático y transmitir un poco de la moral. Normalmente, muchas homilías tienden a omitir los dos primeros e ir directamente a la moral: lo que puede y no puede hacer. Eso no es una homilía, es una clase de moralidad". Colaboración en el ministerio También destacó la importante colaboración que se deben sacerdotes y obispos, y los invitó a estar próximos unos de los otros, sobre todo en momentos de desacuerdo. "Si tengo que decir algo que no le gustará al obispo, se le digo a la cara como un hombre!", dijo a los presentes. "Y si el obispo tiene que decir algo a un sacerdote que no le va a gustar, lo dice a la cara como un hombre, como un padre, con cariño", observó el Santo Padre, quien citó a san Pablo para demostrar cómo su coraje ayudó a salvar a la Iglesia primitiva de la división. "Pablo tenía mucha valentía para decir las cosas cara a cara, y también los discípulos para reunirse y discutir entre ellos. ¡Qué hermoso es esta fórmula! Muestra la proximidad entre sacerdotes y obispos", dijo. "Se demuestra ?añadió- por el Espíritu Santo, y nosotros, porque donde hay cercanía, está el Espíritu de Dios. Y esa es la gracia que debe ser solicitada de forma continua, para cada Iglesia particular. La cercanía entre los obispos y los sacerdotes y los sacerdotes con sus fieles y su obispo". Halago a las mujeres El Papa también se tomó un momento para agradecer a las mujeres que estaban presentes durante el retiro. Destacó el importante papel que las mujeres han desempeñado en la Iglesia: "El genio femenino en la Iglesia es una gracia, porque la Iglesia es femenino. La Iglesia es la esposa de Cristo. La Iglesia es la madre del pueblo santo de Dios. La Iglesia es una mujer. Y estas mujeres que están aquí son la imagen y figura de la Iglesia y de nuestra Madre, María". Atendiendo a la exclusión de la mujer del sacerdocio, el Santo Padre exhortó a las mujeres a no olvidar que "María es mucho más importante que los Apóstoles". Francisco tomó un tiempo para responder a varias preguntas de los presentes antes de concluir su discurso y la celebración de la misa con los sacerdotes. Ante la consulta de un sacerdote del Perú, destacó que los pobres "son la riqueza de la Iglesia", y los previno de caer en la vanidad y la soberbia: "¡No olviden que el diablo entra por el bolsillo!". Ante la consulta de un sacerdote europeo, Francisco habló sobre el acercamiento con las Iglesias ortodoxas, especialmente con el Patriarcado de Moscú, y afirmó que se trabaja para definir una fecha única para la celebración de la Pascua. En diálogo con un sacerdote de Burundi, confirmó que tiene intenciones de visitar África a mediados de noviembre. En la homilía durante la misa posterior, el Santo Padre pidió a los sacerdotes obrar "con la ternura y el amor de Dios" a sus rebaños, y les pidió que dejen "el látigo en la sacristía"; agregó que el Sagrado Corazón de Jesús "es la ternura de Dios", y los animó a refugiarse en ese corazón en los momentos de dificultad.+