"La Eucaristía es escuela de caridad y de solidaridad", dijo el Papa

  • 7 de junio, 2015
  • Ciudad del Vaticano
En el habitual ángelus dominical, el Santo Padre reflexionó sobre la solemnidad del Corpus Domini y recordó su viaje a Sarajevo como peregrino de paz y esperanza. El papa Francisco recordó que en la fecha muchos países celebran el Corpus Domini. Precisamente reflexionando sobre el Evangelio del día, el Pontífice subrayó que Jesús asigna al pan una función que no es más aquella del simple nutrimiento físico, sino la de hacer presente a su Persona en medio de la comunidad de los creyentes. "Cuando tomamos y comemos aquel Pan, nos asociamos a la vida de Jesús, entramos en comunión con Él, nos comprometemos a realizar la comunión entre nosotros, a transformar nuestra vida en don, sobre todo a los más pobres". Y recalcó que "quien se nutre del Pan de Cristo no puede permanecer indiferente ante aquellos que no tienen el pan cotidiano", advirtió. Al final del rezó de la oración mariana el Papa se refirió a su reciente viaje a Sarajevo, en Bosnia-Herzegovina, a donde fue como peregrino de p
En el habitual ángelus dominical, el Santo Padre reflexionó sobre la solemnidad del Corpus Domini y recordó su viaje a Sarajevo como peregrino de paz y esperanza. El papa Francisco recordó que en la fecha muchos países celebran el Corpus Domini. Precisamente reflexionando sobre el Evangelio del día, el Pontífice subrayó que Jesús asigna al pan una función que no es más aquella del simple nutrimiento físico, sino la de hacer presente a su Persona en medio de la comunidad de los creyentes. "Cuando tomamos y comemos aquel Pan, nos asociamos a la vida de Jesús, entramos en comunión con Él, nos comprometemos a realizar la comunión entre nosotros, a transformar nuestra vida en don, sobre todo a los más pobres". Y recalcó que "quien se nutre del Pan de Cristo no puede permanecer indiferente ante aquellos que no tienen el pan cotidiano", advirtió. Al final del rezo de la oración mariana el Papa se refirió a su reciente viaje a Sarajevo, en Bosnia-Herzegovina, a donde fue como peregrino de paz y de esperanza. Y refiriéndose a la ciudad de Sarajevo, expresó "es una ciudad símbolo que durante siglos ha sido lugar de convivencia entre pueblos y religiones, tanto como para ser llamada "Jerusalén de Occidente". En el pasado reciente se ha convertido en símbolo de las destrucciones de la guerra. Ahora está en proceso de reconciliación, y sobre todo he ido por esto: para animar este camino de convivencia pacífica entre poblaciones diferentes; un camino cansado, difícil ¡pero posible!." Texto completo de las palabras del Santo Padre