Francisco ofrece a indigentes peregrinar a la Sábana Santa

  • 3 de junio, 2015
  • Ciudad del Vaticano
En la mañana de hoy, miércoles 3 de junio, un primer grupo de unos 50 indigentes, sin hogar y enfermos, -asistidos por dos parroquias de Roma- partieron de Roma rumbo a la ciudad de Turín, Italia, para poder ver con sus propios ojos la Sábana Santa. Los gastos del viaje fueron pagados por la Limosnería Apostólica del Vaticano responsable de las obras de caridad del Papa. "Es una manera de preparar la visita pastoral del Pontífice programada para el 21 de junio: Antes de que llegue Francisco, llegará tu pobre", dijo el limosnero apostólico, monseñor Konrad Krajewski.
En la mañana de hoy, miércoles 3 de junio, un primer grupo de unos 50 indigentes, sin hogar y enfermos, -asistidos por dos parroquias de Roma- partieron de Roma rumbo a la ciudad de Turín, Italia, para poder ver con sus propios ojos la Sábana Santa. Los gastos del viaje fueron pagados por la Limosnería Apostólica del Vaticano responsable de las obras de caridad del Papa. "Es una manera de preparar la visita pastoral del Pontífice programada para el 21 de junio: Antes de que llegue Francisco, llegará tu pobre", dijo el limosnero apostólico, monseñor Konrad Krajewski. Un segundo grupo, de 70 personas, saldrá de Roma la próxima semana. La Limosnería apostólica, a la que el Papa le pidió no quedarse detrás de un escritorio, sino salir personalmente a llevar ayuda a los necesitados en su nombre, había organizado, en marzo, una visita a la Capilla Sixtina para un gran grupo de personas sin hogar, que terminó con una cena en los Museos Vaticanos. Hace unas semanas, monseñor Krajewski también organizó un concierto en el que los indigentes ocuparon las primeras filas en el Aula Pablo VI en el Vaticano. El trabajo de la Limosnería apostólica sigue en pleno apogeo, con el servicio diario, -a cargo de muchos voluntarios-, de las duchas y la peluquería "El Papa", cercana a la Plaza de San Pedro. "Tenemos que alimentar a los que están en problemas no sólo con el pan -dijo monseñor Krajewski- también ofrecer oportunidades para admirar la belleza, como fue el caso de la Capilla Sixtina, o vivir como tantos otros peregrinos momentos importantes para la fe como la exposición de la Sábana Santa".+