Concordia ya tiene un centro de atención a drogadictos

  • 3 de junio, 2015
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
La diócesis de Concordia inauguró el lunes 1º de junio en Estancia Grande la "Comunidad de Vida y Rehabilitación en Adicciones Juan XXIII", a cargo de la Pastoral de Adicciones. La comunidad espera albergar, a futuro, a unos 25 jóvenes mayores de 18 años.
La diócesis de Concordia inauguró el lunes 1º de junio en Estancia Grande la "Comunidad de Vida y Rehabilitación en Adicciones Juan XXIII", a cargo de la Pastoral de Adicciones. El obispo diocesano, monseñor Luis Collazuol, presidió una misa en las instalaciones donde ya se atienden a cinco jóvenes varones, y posteriormente hubo un ágape al que se acercaron colaboradores y bienhechores. El objetivo del centro de rehabilitación, según indicaron los presbíteros Daniel Petelín y José Zabaleta, coordinadores de la Pastoral de Adicciones e impulsores del proyecto, es acompañar el proceso de rehabilitación de quienes tienen una dependencia de las drogas, desde una perspectiva de fe cristiana y mediante una fuerte experiencia de vida en comunidad. El proyecto propone, además, la formación laboral y el desarrollo de microemprendimientos. En el predio los jóvenes construirán una huerta y criarán animales, y esa producción servirá para el consumo propio y la venta al público. En estos momentos funcionan en la diócesis de Concordia distintos puntos de atención ambulatoria. Hay centros de atención a adictos en San Salvador, Colón, Villa Adela, Chajarí, San Jaime, Villa del Rosario y Concordia. Luego de un mes de acompañamiento, aquellos que decidan continuar el proceso de acompañamiento podrán internarse en la comunidad de vida. La Comunidad de Vida y Rehabilitación en adicciones Juan XXIII recibió para el reacondicionamiento de las instalaciones del predio la colaboración de personas, instituciones y del Estado, si bien desde la Pastoral de Adicciones aspiran a que el emprendimiento se mantenga a través de la donación de una "red de padrinos" voluntarios. El padre Daniel Petelín analizó la situación del instituto: "Acá hay jóvenes que voluntariamente deciden emprender un camino de rehabilitación, de sanación y de rehabilitación". La comunidad espera albergar, a futuro, a unos 25 jóvenes mayores de 18 años. El sacerdote recordó que esta es una obra levantada gracias al trabajo desinteresado de muchas personas, y convocó a los vecinos a colaborar para que muchos jóvenes se anoten y se rehabiliten. "Por cada un joven que se rehabilita, hay una familia se recupera y una sociedad se restaura".+