La devoción mariana une a Brasil y Portugal más que la lengua común

El cardenal Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida (Brasil), presidió, ayer 13 de mayo, la misa de clausura en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Portugal. En la Eucaristía, concelebrada por 29 obispos y 380 sacerdotes, el purpurado brasileño, expresó en su homilía que "Sin lugar a dudas, el vínculo más fuerte ?entre Brasil y Portugal- es la fe católica. Más fuerte, me atrevo a decir, que el lenguaje común, que nos permite comunicarnos fácilmente. Y dentro de la fe que nos une, que es el amor filial y la devoción a la Santísima Virgen María".

El cardenal Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida (Brasil) presidió, ayer 13 de mayo, la misa de clausura en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Portugal. En la Eucaristía, concelebrada por 29 obispos y 380 sacerdotes, el purpurado brasileño, expresó en su homilía que "sin lugar a dudas, el vínculo más fuerte ?entre Brasil y Portugal- es la fe católica. Más fuerte, me atrevo a decir, que el lenguaje común, que nos permite comunicarnos fácilmente. Y dentro de la fe que nos une, que es el amor filial y la devoción a la Santísima Virgen María". El cardenal Damasceno Assis, peregrinó a Fátima acompañando una imagen de la Virgen de Aparecida que fue entronizada en la Capilla de las Apariciones en Fátima. El año pasado se había entronizado la Virgen de Fátima en el Santuario de Aparecida, en Brasil. La Virgen Fátima y de Aparecida En varias ocasiones estos días el cardenal brasileño señaló las similitudes que unen a las devociones de la virgen de Aparecida y Fátima. En el caso brasileño, fueron tres pescadores (Domingos Garcia, Filipe Pedroso y João Alves) los que encontraron en sus redes la imagen de la Virgen en el río Paraiba. Sucedió en 1717. En Fátima son también tres los videntes (Lucía y los beatos hermanos Jacinto y Francisca), los tres también de extracción humilde, pastores, y los hechos suceden doscientos años después, en 1917. Los pescadores volvieron a su casa con una pesca numerosísima; los pastorcillos congregaron a las multitudes. El arzobispo de Aparecida señaló, además, que en ambos casos la Virgen llama a sus hijos a la oración (la de Aparecida no habla, pero lo indica con sus manos en oración) y en el caso de Fátima se completa el mensaje con un llamado a la penitencia. Por su parte el rector del Santuario de Fátima, padre Carlos Cabecinhas, explicó en una presentación que la Virgen de Fátima es muy popular en el Brasil, mientras que la Virgen de Aparecida, hasta ahora, es poco conocida en Portugal. Las celebraciones en el Santuario de Fátima En éstos días, -cercanos a la fiesta de Nuestra Señora de Fátima, celebrada ayer 13 de mayo-, el santuario portugués recibió a más de 150 grupos de peregrinos organizados llegados de 30 países, sobre todo de Portugal, Italia y Brasil, incluyendo una delegación de 400 peregrinos llegados de Aparecida. Las celebraciones comenzaron a las seis y media del martes en la Capilla de las Apariciones, donde la imagen de Nuestra Señora de Aparecida fue entronizada. Después del rosario tuvo lugar la procesión de las velas, uno de los momentos más emocionantes y esperados en los encuentros grandes en Fátima. El miércoles por la tarde se celebra la procesión eucarística y la jornada acabó a las diez con la misa, bendición de enfermos y la tradicional procesión de despedida. Al final de la misa de clausura de la peregrinación, se procedió al envío de la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima, que comienza así una visita de 12 meses por las diócesis portuguesas, incluyendo las islas de Madeira y Azores, en preparación para las celebraciones del centenario de las apariciones. Después de dejar el Santuario de Fátima, la imagen peregrina de Nuestra Señora de Aparecida recorrerá las siguientes ciudades portuguesas: Viseu, Braga, Viana do Castelo, Vila Real, Bragança-Miranda, Lamego, Coimbra, Guarda, Blanca Portalegre-Castelo, Setúbal, Évora, Beja, Algarve, Santarém, Lisboa, Madeira, Aveiro, Azores, Oporto, Leiria-Fátima.+