Mons. Aguer llamó a fortalecer la preparación para el matrimonio

  • 7 de mayo, 2015
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, exhortó al clero platense a seguir fortaleciendo la preparación para el matrimonio "ante la crisis de la familia" que hoy se detecta en diversas realidades pastorales. "Hoy, más que nunca, debemos cuidar que los matrimonios sean realmente válidos. Y, para eso, es imprescindible una conveniente preparación y un debido acompañamiento, previos al sacramento", dijo el prelado.
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, exhortó al clero platense a seguir fortaleciendo la preparación para el matrimonio "ante la crisis de la familia", que es la crisis del matrimonio, incluso del matrimonio natural". "Debemos seguir formando a los fieles para que comprendan la importancia del catecumenado matrimonial; que no es un trámite más, como el salón de fiestas o los regalos", dijo el prelado platense en la reunión mensual con el clero. También agregó que, gracias a la formación, "haremos un notable aporte a la Iglesia y a la sociedad". "Hoy, más que nunca, debemos cuidar que los matrimonios sean realmente válidos. Y, para eso, es imprescindible una conveniente preparación y un debido acompañamiento, previos al sacramento", insistió el arzobispo. Para ilustrar sobre cómo se está trabajando el tema en la arquidiócesis, monseñor Aguer invitó a dos párrocos platenses, uno del centro y otro de la periferia, para que ilustraran sobre sus respectivas labores. En primer lugar habló el presbítero Osvaldo Ballarre, de la parroquia Nuestra Señora de la Luz, de Tolosa, y más tarde el presbítero Esteban Alfón, párroco de Nuestra Señora de la Merced y responsable del Secretariado para la Familia, de la arquidiócesis. El padre Ballarre, quien habló acompañado del matrimonio integrado por Daniel y Liliana, destacó que "es fundamental la acogida en la comunidad parroquial", y manifestó que el curso de preparación para el matrimonio es de tres meses. "El asunto no es casarlos, sino casarlos bien. Por eso, hacemos mucho hincapié en el acompañamiento de toda la comunidad: se los recibe, como a los catecúmenos, se está con ellos, y se los hace sentir verdaderos miembros de la parroquia", dijo el sacerdote. Por su parte, Daniel y Liliana, destacaron que el "curso es muy práctico, incluso con tareas para el hogar". Al respecto dijeron: "Ellos aprenden a mejorar su comunicación y explicar sus intenciones. Se involucran distintos matrimonios de la parroquia, incluso matrimonios de ancianos, para mostrar que es posible la fidelidad para siempre. Además, como último gesto, antes de la boda, les pedimos que escriban su última carta de amor como novios y las leen frente al Santísimo. Comprenden, así, que Cristo es parte irrenunciable del matrimonio". Por su parte, el padre Esteban Alfón subrayó que "muchas veces debemos hacer un primer anuncio de Cristo a quienes manifiestan su voluntad de casarse", porque "se trata, en no pocas ocasiones, del regreso luego de los sacramentos de la iniciación cristiana de la niñez". El sacerdote insistió en suscitar la adhesión a Cristo y buscar una verdadera conversión. Abogó, igualmente, por no poner requisitos innecesarios, y sí enfatizar en lo que la Iglesia pide. "Debemos buscar que el matrimonio tenga auténticos frutos espirituales; y, para ello, es fundamental una buena preparación", dijo el padre Alfón. Al respecto, indicó que el ciclo comprende cinco encuentros cada 15 días, en el Centro Arquidiocesano de Preparación al Matrimonio, ubicado en calle 11 Nº 667. Para mayores informes e inscripción, dirigirse al correo electrónico: centroprematrimonial@gmail.com.+