Mons. Aguer: "Santa Teresa nos llama a sacudirnos de la modorra espiritual"

  • 30 de marzo, 2015
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
Al presidir en el carmelo platense la misa por los 500 años del nacimiento de la santa española, Doctora de la Iglesia, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, destacó que "Santa Teresa de Jesús nos llama a sacudirnos de la modorra espiritual. Y a tomar conciencia de que la santidad no es un privilegio de pocos, sino una meta de todos". "Ella nos muestra el camino de la santidad, no en clave individualista, sino con profunda dimensión eclesial. Como lo demostró junto a San Juan de la Cruz, ante los graves problemas e incluso la corrupción en algunas estructuras de la Iglesia, la verdadera reforma viene de la santidad", subrayó.
El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, destacó que "Santa Teresa de Jesús nos llama a sacudirnos de la modorra espiritual. Y a tomar conciencia de que la santidad no es un privilegio de pocos, sino una meta de todos". Al presidir en el carmelo platense la misa por los 500 años del nacimiento de la santa española, Doctora de la Iglesia, el prelado sostuvo que "ella nos muestra el camino de la santidad, no en clave individualista, sino con profunda dimensión eclesial. Como lo demostró junto a San Juan de la Cruz, ante los graves problemas e incluso la corrupción en algunas estructuras de la Iglesia, la verdadera reforma viene de la santidad". Concelebraron con monseñor Aguer, los dos obispos auxiliares, monseñor Nicolás Baisi y monseñor Alberto Bochatey OSA, y una treintena de sacerdotes diocesanos y religiosos. Y asistieron numerosos representantes de congregaciones religiosas femeninas; entre otras, las Servidoras del Señor y la Virgen de Matará (de la familia del Instituto del Verbo Encarnado), y las Misioneras del Catecismo, destinadas en Gorina. Monseñor Aguer recordó, con emoción, que como seminarista "se fascinó con las obras de Santa Teresa. Y que, luego, como profesor de Teología de la Gracia, debió retomar el ´Camino de la perfección´. La búsqueda intensa y profunda de la meta de la santidad es, sin duda, un camino para toda la Iglesia. Y ella, magistralmente, lo pudo enseñar con la belleza del genio español". Asimismo, tuvo palabras de gratitud hacia las monjas carmelitas del monasterio de las calles 7 y 35; a las que calificó como "verdadero pulmón de la arquidiócesis". "De cualquier modo, todos debemos tener bien presente el evangélico llamado universal a la santidad: ser perfectos, como nuestro Padre celestial es perfecto", concluyó.+