Pronto volverán a repicar las campanas en Homs

  • 26 de marzo, 2015
  • Homs (Siria)
La ciudad de Homs es la que más sufrió en estos años de guerra. "Por eso -dijo el patriarca greco melquita Gregorio III- queremos expresar nuestra cercanía a la gente herida y acompañar su deseo de empezar de nuevo. Sentimos tristeza al ver el dolor de la gente y que muchos se marchan lejos porque no pueden aguantar el miedo y el sufrimiento. Pero estamos orgullosos de nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas que se quedaron con su pueblo para caminar juntos en la fe en Jesús en estos tiempos difíciles. Dentro de poco llegarán las nuevas campanas y pronto volverán a repicar y cantar la esperanza de un pueblo que quiere la paz".
La ciudad de Homs es la que más sufrió en estos años de guerra. "Por eso -dijo el patriarca greco melquita Gregorio III- queremos expresar nuestra cercanía hacia la gente herida y acompañar su deseo de empezar de nuevo. Sentimos tristeza al ver el dolor de la gente y que muchos se marchan lejos porque no pueden aguantar el miedo y el sufrimiento. Pero estamos orgullosos de nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas, que se quedaron con su pueblo para caminar juntos en la fe en Jesús en estos tiempos difíciles. Dentro de poco llegarán las nuevas campanas, ya que las que estaban antes del conflicto fueron robadas y pronto volverán a repicar y cantar la esperanza de un pueblo que quiere la paz". El martes 17 de marzo todos los obispos católicos de Siria se reunieron en la ciudad de Homs para su asamblea plenaria que los reúne dos veces al año con el fin de reflexionar sobre la obra pastoral y caritativa llevada a cabo por las diferentes diócesis y eparquías, en un país que acaba de entrar en el quinto año del conflicto. En el encuentro estuvieron el patriarca greco-melquita Gregorio III, el patriarca sirio católico Ignacio Youssif III y 14 obispos de diferentes iglesias católicas sui iuris, además del nuncio apostólico, monseñor Mario Zenari. En esta ocasión, la cercanía del Papa y de la Iglesia de Roma a los hermanos obispos sirios se manifestó por la presencia del arzobispo Cyril Vasil SJ, secretario de la Congregación para las Iglesias Orientales, y monseñor Massimo Cappabianca OP, oficial del mismo dicasterio vaticano. Las exposiciones de los obispos presentes manifestaron el sufrimiento y las heridas que marcan la vida ordinaria de todas las comunidades católicas de Siria, pero también testificaron el milagro de amor que florece en la red de las diócesis y parroquias, en beneficio de todo el pueblo sirio. "La Iglesia de Siria -dijo a Fides el patriarca Gregorio III- es verdaderamente gloriosa: a pesar de tanto dolor y sufrimiento, con el apoyo de nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo, hemos sido capaces de ayudar directamente a más de 300 mil sirios, especialmente a través de Cáritas, apoyando proyectos de emergencia de al menos 5 millones de dólares". Durante el encuentro el obispo caldeo de Aleppo, Antoine Audo SJ fue reelegido responsable de Cáritas Siria, y todos tuvieron palabras de agradecimiento por la dedicación y la eficacia con que cumplió su obligación de responder a las emergencias humanitarias que hacen sufrir a millones de sirios. La decisión de celebrar la reunión de los obispos católicos en Homs ha tomado un valor simbólico obvio: "Aleppo está sitiada desde hace años ?dijo el patriarca Gregorio III- pero Homs tal vez es la ciudad que más ha sufrido. Por eso, desde que esta ciudad salió de la guerra, los líderes de las Iglesias cristianas de Siria la visitaron muchas veces. Queremos expresar un cuidado especial hacia la gente herida y acompañar su deseo de empezar de nuevo. He sabido que dentro de poco llegarán las nuevas campanas, ya que las que estaban antes del conflicto fueron robadas. Sentimos tristeza al ver el dolor de la gente y que muchos se marcharon lejos porque no pudieron aguantar el miedo y el sufrimiento. Pero estamos orgullosos de nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas, que se quedaron con su pueblo, para caminar juntos en la fe en Jesús, también en estos tiempos difíciles, y pronto volverán a repicar las campanas y cantar la esperanza de un pueblo que quiere la paz".+