Peregrinación al santuario del beato Don Zatti en Viedma

  • 4 de marzo, 2015
  • Viedma (Río Negro) (AICA)
"En la huella del Evangelio como Don Zatti al servicio de los pobres", será el lema de la peregrinación al santuario en honor del religioso salesiano, en la ciudad de Viedma, que se prepara para el domingo 15 de marzo. La recepción de los peregrinos será a las 10 junto a la estatua de quien es considerado "El pariente de todos los pobres" y una hora después se celebrará la misa en la parroquia San Juan Bosco, donde descansan los restos de Don Zatti. A las 15 habrá una procesión hasta la catedral Nuestra Señora de la Merced, pasando por el Hospital Don Zatti y la sede del Círculo Católico de Obreros.
"En la huella del Evangelio como Don Zatti al servicio de los pobres", será el lema de la peregrinación al santuario en honor del religioso salesiano, en la ciudad rionegrina de Viedma, que se prepara para el domingo 15 de marzo. La recepción de los peregrinos será a las 10 junto a la estatua de quien es considerado "El pariente de todos los pobres" y una hora después se celebrará la misa en la parroquia San Juan Bosco, donde descansan los restos de Don Zatti. Al término de la misa, habrá una comida a la canasta en el patio del colegio Don Zatti, se escucharán testimonios sobre la vida del "enfermero santo de la Patagonia" y a las 15 habrá una procesión hasta la catedral Nuestra Señora de la Merced, pasando por el Hospital Don Zatti y la sede del Círculo Católico de Obreros. Don Zatti Artémides Joaquín Zatti nació en Boretto, Italia, el 12 de octubre de 1880. Junto con su familia, en 1897 emigró a la Argentina y se radicó en Bahía Blanca. Trabajó en una fábrica de mosaicos y participó activamente en la vida parroquial, colaborando con el padre Carlos Cavalli, su director espiritual. El 19 de abril de 1900 ingresó al aspirantado salesiano en Bernal. Cuidando a un enfermo de tuberculosis, contrajo la enfermedad, y se lo envió a Viedma, donde obtuvo de María Auxiliadora la gracia de la sanación total y le prometió dedicar toda su vida al cuidado de los enfermos. En 1908 se consagró a Dios como salesiano coadjutor, y en 1911 hizo sus votos perpetuos. Hasta 1951 trabajó en el hospital San José, al cuidado y servicio de los enfermos y pobres. Su amor apostólico y su corazón solidario lo movía a visitar día y noche, en su legendaria bicicleta los enfermos de Viedma y Carmen de Patagones. Falleció el 15 de marzo de 1951 y el 14 de abril de 2002 el papa Juan Pablo II lo proclamó beato.+