Carlos Alberto Sacheri, recordado a 40 años de su asesinato

  • 31 de diciembre, 2014
  • Buenos Aires (AICA)
El 22 de diciembre se cumplieron 40 años del asesinato del Dr. Carlos Alberto Sacheri, filósofo tomista argentino, profesor en las universidades de Laval (Canadá), de Buenos Aires (UBA), Católica Argentina (UCA) y otras, y principal impulsor de la Sociedad Tomista Argentina, de la que fue secretario. Fue asesinado cuando salía de misa de la catedral de San Isidro por terroristas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) 22 de Agosto, en presencia de su mujer y de sus siete hijos, el mayor de 14 años y la más pequeña de dos. Tenía 41 años. Fue recordado en distintos homenajes en Buenos Aires y en La Plata, y el diario La Nación le dedicó un editorial.
El 22 de diciembre se cumplieron 40 años del asesinato del doctor Carlos Alberto Sacheri, destacado filósofo tomista argentino, profesor en las universidades de Laval (Canadá), donde se doctoró; de Buenos Aires (UBA), Católica Argentina (UCA) y otras, y principal impulsor de la Sociedad Tomista Argentina, de la que fue secretario. Fue asesinado cuando salía de misa de la catedral de San Isidro por terroristas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) 22 de Agosto, en presencia de su mujer y de sus siete hijos, el mayor de 14 años y la más pequeña de dos; tenía 41 años. Un Peugeot 504 celeste se detuvo a su lado y su conductor, un hombre de unos 50 años, le efectuó dos disparos de pistola en la cabeza. "Veo a mi padre con la cabeza inclinada, sangrando, y todos en derredor bañados en sangre", escribió años después el hijo mayor, José María, hoy empeñado en desentrañar la verdad y procurar el acercamiento y la reconciliación entre quienes estuvieron en sectores enfrentados, a través del grupo Dar la cara, que reúne en paneles a militares y guerrilleros. "El dolor nos ayuda a entender al otro y ese dolor también nos puede hermanar", dice. Diversos homenajes y publicaciones en su memoria se realizaron al cumplirse cuatro décadas de su asesinato. Misa en San Isidro. El 22 de diciembre fue oficiada una misa en la catedral de San Isidro, que presidió el obispo de esa diócesis, monseñor Julio Ojea, y que concelebraron el obispo emérito, monseñor Jorge Casaretto, y el párroco, padre Pedro Oeyen. En la homilía, monseñor Casaretto recordó que Sacheri había sido profesor en el seminario diocesano. Se leyó el Evangelio de San Lucas, donde María alaba a Dios en el Magnificat: "Mi alma canta la grandeza del Señor" y dice "Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen". Monseñor Casaretto reflexionó en la homilía sobre este canto de alabanza de María. Refiriéndose al aniversario del fallecimiento de Sacheri, dijo que fue "una muerte injusta, una muerte violenta; hace 40 años luego de haber escuchado misa murió un gran hombre que fue el doctor Sacheri y murió violentamente, murió asesinado." "Los hijos nos han pedido rezar por él en esta Eucaristía y hemos accedido porque, lejos de quedarse anclados en un ánimo negativo, están trabajando por la reconciliación de los argentinos. Y eso nos alienta a ver esa muerte, ese derramamiento de sangre tan común en la década del ´70, toda esa violencia inútil, como una gran tragedia de la cual tenemos que sacar muchas enseñanzas, pero la fundamental para los cristianos es trabajar por la reconciliación." "Fíjense -reflexionó el obispo emérito -que cuando nosotros hacemos memoria de la muerte de Jesús, no lo hacemos para hacer hincapié en aquellos que lo mataron. Mas bien lo hacemos para recordar lo que Él nos dio." "Este hombre fue profesor en nuestro seminario, al que el obispo de aquel entonces, monseñor (Antonio) Aguirre, por ser un hombre de gran capacidad filosófica, lo convocó para que formara a los seminaristas. Que Dios nos ayude a todos a trabajar por la reconciliación de los argentinos", concluyó. El diario La Nación, de Buenos Aires, le dedicó el 23 de diciembre su editorial principal titulado "Carlos Sacheri, constructor del bien común", en el que señaló que "a cuarenta años de su asesinato, la memoria de su trabajo a favor del entendimiento pacífico de los argentinos debería servirnos de ejemplo". (http://www.lanacion.com.ar/1754793-carlos-sacheri-constructor-del-bien-comun) Homenaje en el colegio San Pablo. El 22 de octubre último, la Sociedad Argentina de Cultura y el Colegio San Pablo le rindieron homenaje en un concurrido acto en el amplio auditorio de esa escuela. Hablaron los doctores Adalberto Zelmar Barbosa y Enrique Morad, y luego ofició una misa en acción de gracias por el don de su vida y muerte el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer. Barboza recordó recordó otros asesinatos en aquel "año terrible", el de 1974, "que mostraba a las claras la "ascensión hacia los extremos" de las tensiones que se habían desatado en el país. Pero, aún en ese clima de espanto ?observó-, la calma de Carlos era proverbial, tanto como su firmeza. Nada lo apartaba de la que aceptaba como su misión. Sacheri, como hombre de pensamiento y de acción, tenía la sensatez del verdadero sabio y la prudencia del político justo. Era además, un "hombre puente" que imbuido de una doctrina de salvación, buscaba vincular a los líderes naturales y aún a aquellos que podían estar gratuitamente enfrentados". Morad dijo: "Creo que su trabajo intelectual merece el reconocimiento de sus mayores como José Manuel Estrada, Tristán Achával Rodriguez o Manuel Didimo Pizarro entre los católicos que construyeron el país en el Siglo XIX o los hombres de los Cursos de Cultura Católica, Tomás Casares, Atilio dell Oro, César Pico, Faustino Legón, Uriel O Farrell, Rafael Ayerza?" "Carlos Alberto Sacheri integra la lúcida elite de quienes, jóvenes hacia 1960, creían que en el mundo de la tercera guerra mundial (o guerra fría, como se la quiera llamar) las injusticias reinantes, fruto de la violencia, la explotación del hombre, o la pobreza no se superaban con más violencia o voces de mando, sino con el obrar articulado de hombres y mujeres instruidos, comprometidos con su sociedad y su tiempo." "Sacheri era un católico prácticante, formado en una familia numerosa y en la mística de la Acción Católica de los años 50. Había nacido en 1933 y fue parte de la ACA de la Basílica del Pilar, en Buenos Aires, como otros de su generación. Pero a diferencia de algunos de ellos, creía que los males de la sociedad y los problemas de la época se resolverían mediante la docencia que clarifica las inteligencias, el discernimiento para mejor elegir las opciones concretas y el trabajo comprometido y con excelencia para cambiar y mejorar la realidad. Nunca con violencia." En la homilía de la misa, monseñor Aguer expresó: "La celebración nos invita a un ejercicio de memoria y esperanza. Memoria en su sentido bíblico, que implica mirar los acontecimientos con la mirada de Dios. Bajo esa luz aparece la figura de Sacheri como un laico comprometido en la búsqueda de bien de la Iglesia y de la sociedad: como filósofo, especialmente en el campo social; como maestro de muchos discípulos. La esperanza, entendida también en su sentido teológico y espiritual, nos mueve a vivir la comunión de los santos, que se consumará en el cielo. Rezamos por los difuntos, por Carlos, y con la certeza de la esperanza esperamos también que él rece por nosotros." Presentación de libros. El 12 de noviembre último, en la Exposición del Libro Católico, realizada en La Plata, se presentó la segunda edición de la obra "Sacheri. Predicar y morir por la Argentina", del doctor Héctor Humberto Hérnández, y también el libro de Sacheri, "Orden social y esperanza cristiana". En el acto hablaron el padre Alfredo Sáenz SJ, el doctor José María Sacheri, abogado e hijo del recordado filósofo, y la hermana María de la Vera Cruz Sacheri, nieta, hermana del Instituto Servidoras del Señor y la Virgen de Matará del Oratorio Don Bosco de Villa Elvira, La Plata. Trayectoria Carlos Alberto Sacheri (1933-1974) cursó estudios de Derecho y Filosofía. Se graduó en Filosofía en 1957 y en 1961 ganó la beca del "Conseil des Arts du Canadá", en concurso internacional. Estudió bajo la dirección de Charles De Koninck en la Universidad Laval de Quebec (Canadá), donde en 1963 obtuvo su licenciatura en Filosofía, con mención "Magna cum laude" y de doctor en Filosofía, con mención "Suma cum laude" en 1968, con una tesis sobre "L? existence et nature de la Délibération". Fue profesor titular de Metodología Científica y de Filosofía Social e integrante del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA); profesor titular de Filosofía y de Historia de las Ideas Filosóficas y director del Instituto de Filosofía de la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA); profesor de Ética y de Filosofía Social del Institute de Philosophie Comparée de París; profesor de Filosofía Social y de Teoría de los Valores en la Universidad Laval, en Quebec (Canadá) y catedrático de la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas (Venezuela). Fue uno de los principales propulsores de la Sociedad Tomista Argentina, de la que fue Secretario. Participó desde joven en la Acción Católica. Actuó también como coordinador general del Instituto de Promoción Social Argentina (IPSA) y como presidente de la obra La Ciudad Católica. En 1970, fue nombrado secretario científico del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), del que era investigador principal y donde colaboró con su presidente el premio Nobel Bernardo Houssay. También se desempeñó activamente en la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura (FECIC). En 1974 fue designado coordinador general del Ingreso Único a la Universidad Nacional de Buenos Aires. Prolífico conferencista y formador de jóvenes dentro y fuera de la Argentina, era una personalidad vital, que repensaba los temas filosóficos y los hacía atractivos para sus alumnos al presentarlos con agudeza y sentido del humor. Era invitado frecuentemente a dar conferencias en Francia, Suiza, Canadá, España, Estados Unidos, Venezuela, Uruguay, Chile, reconocido por sus enseñanzas sobre el orden natural, según la Doctrina Social de la Iglesia. Colaboró regularmente en numerosas publicaciones especializadas. En 1970 publica el libro "La Iglesia Clandestina", que dedicó al papa Pablo VI y en el que advierte sobre riesgos de confusión doctrinal y violencia en el ámbito eclesial, y en mayo de 1971, el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, inicia la publicación de una serie de notas sobre el tema "La Iglesia y lo social", ponderada síntesis de la Doctrina Social de la Iglesia, cuya recopilación se publicó como libro con el título "El orden natural". Afirma allí que una cultura o sociedad será más elevada cuanto más respete los valores humanos fundamentales surgidos de la ley natural En el Congreso Tomista Internacional celebrado en Roma en 2003, el doctor Ricardo von Büren, abogado y magister en Etica Social, profesor de Doctrina Social de la Iglesia y de Filosofía del Derecho en la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), se refirió al profesor Sacheri señalando que "asimiló el magisterio pontificio hasta revelar un dominio acabado de la Doctrina Social de la Iglesia, de la que es un fino conocedor e intérprete, pudiendo ser considerado como uno de sus más importantes difusores en la Argentina".+ (Jorge Rouillon)