Quiénes son los chiítas y quiénes los sunitas en el mundo musulmán
- 10 de enero, 2015
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Madrid (España) (AICA)
El Islam, la religión de los musulmanes fundada por Mahoma en el siglo VII, tiene dos ramas principales: los sunitas u ortodoxos -sunna, tradición-, seguidores de los primeros califas sucesores de Mahoma, y los chiítas, seguidores del yerno de Mahoma, Alí. Los sunitas representan el 90 % del mundo musulmán con 1.200 millones de fieles. Los chiítas son sólo unos 100 millones. Estos últimos, tienen un ayatolá, líder espiritual con poderes ejecutivos en el Estado. Esta figura no existe entre los sunitas, para quienes la religión no ostenta el poder temporal en la sociedad civil.
El Islam, la religión de los musulmanes fundada por Mahoma en el siglo VII, tiene dos ramas principales: los sunitas u ortodoxos -sunna, tradición-, seguidores de los primeros califas sucesores de Mahoma, y los chiítas, seguidores del yerno de Mahoma, Alí. Sus diferencias son doctrinales y políticas. Los sunitas representan el 90 % del mundo musulmán con 1.200 millones de fieles. Los chiítas son sólo unos 100 millones. Estos últimos, que derivaron en el fundamentalismo, en especial tras la revolución en Irán de Jomeini en 1979, tienen un ayatolá, líder espiritual con poderes ejecutivos en el Estado. Esta figura no existe entre los sunitas, para quienes la religión no ostenta el poder temporal en la sociedad civil.
Aunque el origen de la disputa entre las dos comunidades musulmanas es esencialmente sucesionista, en la actualidad hay otras razones por las que el pueblo iraquí es escenario de una guerra civil.
Unos meses antes de morir, en el año 632, Mahoma hizo una peregrinación entre La Meca y Medina y, presintiendo su propia desaparición, proclamó a su yerno Alí como su sucesor espiritual y político.
Ese fue el comienzo de una historia plena de intrigas y odios, ambientada en el Medio Oriente y regada por ríos de sangre, pues, tras la muerte del líder máximo de la religión musulmana, la comunidad islámica se dividió, de manera irreconciliable, en dos grandes vertientes: los chiítas y los sunitas.
El sucesor nombrado por Mahoma tuvo que esperar más de 30 años para convertirse en el cuarto Califa, ya que los hombres más poderosos de la Meca designaron a Abu Baker como el primer líder del Califato y, posteriormente, a otros dos califas.
Sin embargo, el pueblo árabe se levantó y exigió que Alí fuera el cuarto califa, un honor que sólo duró cuatro años, al cabo de los cuales, el yerno de Mahoma fue asesinado.
En los orígenes de la tradición musulmana las diferencias son de carácter sucesionista y comienzan con la definición del heredero de Mahoma. Para los chiítas, el líder espiritual debía ser un descendiente directo de Mahoma, mientras que los sunitas se inclinaban por un hombre estudioso, justo y bueno, que no necesariamente tenía que provenir del linaje mahometano".
Antes de ser asesinado, Alí trasladó la capital de Medina hacia Kufa, una ciudad ubicada en tierras de Iraq, la antigua Babilonia, que se había convertido en un importante centro para la religión islámica.
Tras la muerte de Alí, Iraq se convirtió en un territorio predominantemente chiíta. Las mayorías chiítas comenzaron a expandir su influencia y a prepararse para la llegada del duodécimo imán, aquel que salvaría a la humanidad.
Desde 1979, cuando Hussein asumió la presidencia iraquí, la comunidad sunita de la que él formaba parte, concentró todo el poder, lo que por supuesto implicó la marginalidad absoluta para los chiitas y la agudización de la violencia sectaria en Iraq. Durante años, las milicias de ambos bandos libraron una guerra que nunca quiso llamarse por su nombre, miles de iraquíes muertos en atentados en Iraq, se suman a las víctimas de las batallas emprendidas por Hussein contra sus vecinos.
Sadam era el representante de una de las tres grandes comunidades que conforman el artificial estado de Iraq y su derrocamiento y su ejecución lo transforman en un mártir de la causa sunita, lo que deriva en acciones violentas gravísimas de sunitas sobre todo contra los chiítas, los más beneficiados con la caída del dictador.
En el nuevo gobierno de Iraq hay mayoría chiita, y los sunitas están perdiendo todos los privilegios que tenían antes. Por eso están llevando a cabo una sangrienta escalada insurgente especialmente contra los chiítas".
Tres datos claves: 1. La palabra chiíta se deriva del corán y se emplea para nombrar a los seguidores del libro sagrado de los musulmanes; 2. El término sunita cobija a quienes siguen las enseñanzas del profeta Mahoma; 3. Los chiítas y los sunitas siguen las mismas tradiciones religiosas, leen el corán y se basan en los pilares del islam: la confesión de fe, la oración, el ayuno, y la peregrinación hacia la Meca, en Arabia Saudita, por lo menos una vez en su vida.+ (Análisis Digital)