¿Vas a misionar? Estas son las actitudes propias del que está en salida

  • 19 de diciembre, 2014
  • Buenos Aires (AICA)
El presbítero Dante De Sanzzi, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en la Argentina (OMP), compartió una reflexión con vistas a las misiones de verano que comenzarán en los próximos días. El sacerdote destacó algunas actitudes misioneras: la generosidad de espíritu, el acompañamiento, la serenidad, la humildad y la misericordia.
El presbítero Dante De Sanzzi, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en la Argentina (OMP), compartió una reflexión con vistas a las misiones de verano que comenzarán en los próximos días. El sacerdote destacó algunas actitudes misioneras: la generosidad de espíritu, el acompañamiento, la serenidad, la humildad y la misericordia. El director nacional de OMP observó que hay muchos grupos misioneros que se preparan para visitar otras comunidades y llevar el mensaje de Jesús. En esta preparación, muchas personas se ofrecen sin tener una experiencia en esta tarea evangelizadora, pero deseosos de aportar su "granito de arena" a la Iglesia en salida. En este sentido, el sacerdote recordó que para esta labor de evangelización es necesario contar con algunas actitudes, no como una obligación impuesta, pero sí para dejar una imagen de buen evangelizador. "El recibir a todos es primordial", apuntó. "Saber escuchar preocupándose por lo que le pasa al hermano, valorarlo, alegrarse ante sus logros o acompañarlo en sus frustraciones. Hacer todo con generosidad de espíritu, dejando que expresen sus dudas, problemas, angustias; no se necesita saber responder todos los interrogantes, sino que la clave es acompañar", agregó. El padre De Sanzzi también recomendó visitar a los enfermos, acompañar al pueblo a que se acerque a Dios y a los sacramentos, llevar esperanza siendo portadores de alegría y paz, consolando y animando. También insistió: "La tarea misionera no se realiza a base de imposiciones, no se obliga nada a nadie. Obligar no atrae, no convence, no edifica, no convierte ni transforma". Finalmente, el sacerdote recomendó mantener la serenidad y estar preparados para todo tipo de reacción y recibimiento; ser humildes, sencillos, mansos y misericordiosos. "Con estas actitudes se atrae a muchos. No hace falta un gran trabajo para convencer de la verdad de fe a los otros. Es cuestión de ponernos en órbita. No nos asustemos. Nadie es perfecto. Pidamos a Dios nos acompañe con una coherencia de vida, achicando esa brecha, a veces muy grande, entre lo que se dice y lo que se debe hacer", resumió el director de las OMP.+