La Dra. Bottini de Rey contó al clero platense su experiencia en el sínodo de la Familia

  • 10 de diciembre, 2014
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
La Dra. Zelmira Bottini de Rey, reconocida experta provida y profamilia, fue invitada a exponer en el último encuentro del año del clero platense su experiencia como auditora del reciente Sínodo de la Familia realizado en Roma. La reunión se realizó el miércoles 3 de diciembre en la Casa de Ejercicios Espirituales Ceferino Namuncurá, que las Hermanas Reparadoras del Sagrado Corazón de Jesús atienden en la calle 44 y 163, de la localidad de Olmos.
La doctora Zelmira Bottini de Rey, reconocida experta provida y profamilia, fue invitada a exponer en el último encuentro del año del clero platense su experiencia como auditora del reciente Sínodo de la Familia realizado en Roma. La reunión se realizó el miércoles 3 de diciembre en la Casa de Ejercicios Espirituales Ceferino Namuncurá, que las Hermanas Reparadoras del Sagrado Corazón de Jesús atienden en la calle 44 y 163, de la localidad de Olmos. La doctora Bottini de Rey es médica pediatra, recibida en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Actualmente dirige el Instituto de Matrimonio y Familia de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA). Es presidenta de la Red Latinoamericana de Institutos de Familia de Universidades de Inspiración católica (REDIFAM), y docente del Magister de Ética Biomédica, en la Facultad de Ciencias Médicas de la UCA. Es miembro, asimismo, del Consejo Académico de Ética en Medicina de la Academia Nacional de Medicina; del Instituto de Bioética de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, y del Consejo de Notables para la formación docente, del Instituto del Profesorado del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC), de Buenos Aires. Participaron de la convocatoria el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer; sus obispos auxiliares, monseñores Nicolás Baisi y Alberto Bochatey OSA, y los sacerdotes diocesanos y religiosos que ejercen su ministerio en la arquidiócesis de La Plata. Además de la charla de Bottini de Rey se realizó una evaluación de las actividades del año y las perspectivas de las misiones, encuentros y demás apostolados de 2015. Hay que leer el mensaje final del Sínodo Con su habitual estilo ameno y bien concreto, Bottini de Rey contó varios pormenores del Sínodo y señaló que, más allá de lo que dijeron algunos medios de comunicación, se vivió una gran experiencia eclesial. Matizó su exposición con jugosas anécdotas y llamó a leer el mensaje final del Sínodo que, sin descuidar las situaciones especiales, se dirige muy especialmente a las familias comunes que trabajan, que se esfuerzan por salir adelante y que no se rinden ante las adversidades. A esas familias que se juegan por la educación de sus hijos y por el crecimiento en el amor de todos sus miembros. Concluida su exposición, tanto los obispos como los sacerdotes le hicieron varias preguntas. Una de ellas fue sobre los temas que, según su criterio, o no fueron tratados o no recibieron un tratamiento mayor. Me llamó la atención -subrayó- que no se tratara el tema de la adopción, o el de las consecuencias de la biotecnología en las familias. Incluso el tema de la interrupción voluntaria del embarazo, o sea del aborto, fue apenas mencionado. Faltó más exposición, también, sobre la procreación responsable y la apertura a la vida; la familia educadora; el derecho inalienable de los padres a elegir la educación de sus hijos y los ataques contra la patria potestad. Finalmente, pidió a los sacerdotes fortalecer la preparación inmediata para el matrimonio y robustecer la Pastoral Familiar, que no es tan solo encuentro de movimientos o grupos. Sabemos -concluyó- que ustedes están en muchos y muy legítimos apostolados. No se cansen, de cualquier modo, de dedicarles tiempo a las familias; y de acompañarlas en sus múltiples y complejas dificultades. El fin de año no es el fin del mundo Para concluir el encuentro, monseñor Aguer, dijo ser consciente de que a fin de año se acumulan muchas cosas. Pero -aclaró con una humorada- el fin de año no es el fin del mundo. Por eso es bueno detenerse para hacer un balance y un buen examen de conciencia. Al respecto, propuso como modelo el lema benedictino Ora et labora (Reza y trabaja), que aunque no seamos monjes -recalcó- nos puede ser de mucho provecho. En el orar está el fundamento esencial de nuestro trabajo apostólico. Es clave, siempre, advertir la relación entre la oración y el empeño apostólico. Siempre debemos analizar cómo va nuestro diálogo íntimo con Jesús. Y su íntima comunión con el Padre, que lo llevaba a pasar la noche en oración con Dios, debe ser nuestro modelo. Podremos, así, ver lo secreto; que no depende de nuestra inteligencia y habilidad, sino de la gracia de Dios. Y, sobre el trabajo concreto, es bueno plantearse si trabajamos lo suficiente. ¿Nos desvivimos por la salvación de las almas? San Pablo, con aquel ?me gastaré y desgastaré por ustedes´ debe llevarnos a una profunda reflexión. Advirtió, seguidamente, que la expresión nueva evangelización, corre el riesgo de convertirse en eslógan, si se sigue haciendo lo mismo y desganadamente. ¿Cómo va nuestro ardor -se preguntó-; cómo respondemos a los nuevos desafíos evangelizadores? Por último, elogió el trabajo arquidiocesano con jóvenes y adolescentes. De ´Aventura´ participaron ya 600 chicos. El desafío, claro está, es ofrecerles ámbitos de inserción en las parroquias. Igualmente, ha crecido la labor de Pastoral Universitaria, con logros importantes en la llegada a los jóvenes de la universidad nacional. +