Tras darse a conocer el nombramiento del presbítero Adolfo Canecín como obispo coadjutor de Goya, el obispo de esta diócesis, monseñor Ricardo Oscar Faifer, hizo saber a la comunidad diocesana los motivos por los que solicitó al papa Francisco el nombramiento de un obispo coadjutor.
Tras darse a conocer el nombramiento del presbítero Adolfo Canecín como obispo coadjutor de Goya, el obispo de esta diócesis, monseñor Ricardo Oscar Faifer, hizo saber a la comunidad diocesana los motivos por los que solicitó al papa Francisco el nombramiento de un obispo coadjutor.
Monseñor Faifer recordó que en 2015 cumplirá 75 años, por lo que deberá presentar la renuncia al servicio episcopal de la diócesis, como establece el Derecho Canónico. Al ser aceptada su renuncia por el Santo Padre, la sede quedará vacante y el obispo coadjutor pasará inmediatamente a ser obispo diocesano de Goya, por derecho de sucesión.
"El obispo coadjutor será una gran ayuda para mí, me asistirá en todo el gobierno de la diócesis y ejercerá sus funciones en armonía de acción y de espíritu conmigo, en cuanto obispo diocesano", explicó el prelado.
"Por mi parte ?agregó- promoveré una efectiva comunión con él, en virtud de la común corresponsabilidad episcopal, para favorecer al máximo el bien presente y futuro de la diócesis".
El obispo de Goya reveló que formuló el pedido de un obispo coadjutor al Santo Padre durante la Pascua de este año.
Monseñor Faifer invitó a recibir con gran alegría y fe a monseñor Canecín, quien en el futuro será el cuarto obispo de esta diócesis. Al mismo tiempo, manifestó su agradecimiento al Papa y le renovó, en nombre de la comunidad, su amor y obediencia.+
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