Procesión multitudinaria en honor de la Virgen del Valle: El obispo abrió el Año de los Laicos

  • 9 de diciembre, 2014
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
Una multitud de fieles participó este lunes 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, de la tradicional procesión por las calles de San Fernando del Valle de Catamarca que cierran las fiestas en honor de Nuestra Señora del Valle, en cuyo marco el obispo local, monseñor Luis Urbanc, dio inicio en la diócesis al Año de los Laicos. El prelado le pidió a la Morena del Valle que ayude a los laicos "a tomar conciencia y a comprometerse con su misión en el mundo y en la Iglesia" y le imploró que esté cerca de los sacerdotes catamarqueños, para que "nos ocupemos sin reservas y sin quejas o lamentos a acompañar a los miles y miles de fieles laicos con generosidad, prontitud, creatividad y alegría, de manera que este año de gracia".
Una multitud de fieles participó este lunes 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, de la tradicional procesión por las calles de San Fernando del Valle de Catamarca que cierran las fiestas en honor de Nuestra Señora del Valle, en cuyo marco el obispo local, monseñor Luis Urbanc, dio inicio en la diócesis al Año de los Laicos. El Paseo de la Fe de la catedral-basílica fue el punto de partida de la procesión encabezada por la imagen de la Virgen "Morena", tras salir del interior del santuario en el trono festivo llevado por miembros de Infantería de la Policía de la Provincia. Delegaciones de peregrinos venidos desde distintos puntos del país con sus coloridos particulares, los misachicos característicos del norte argentino, instituciones civiles, educativas, eclesiales, comunidades parroquiales, cada uno con sus estandartes y banderas, se unieron en una alabanza a la Madre del Valle. Los globos con los colores patrios y papales lanzados por miembros de la Pastoral de la Niñez surcaron el cielo catamarqueño como homenaje a la Virgen Morena. Tras el paso de las delegaciones participantes, la sagrada imagen fue colocada por monseñor Urbanc en la urna embellecida con flores para dar inicio a la marcha procesional, precedida por seminaristas, religiosas y sacerdotes del clero local y de otras provincias. La salida fue acompañada por los acordes de la Banda de Música de la Policía de la Provincia. Frente a la Casa de Gobierno, se sumaron las principales autoridades provinciales, encabezadas por la gobernadora de Catamarca, doctora Lucía Corpacci, y el vicegobernador, doctor Dalmacio Mera, y municipales, encabezadas por el intendente de San Fernando del Valle de Catamarca, Licenciado Raúl Jalil, autoridades de las Fuerzas de Seguridad Provinciales y Nacionales. La procesión se encaminó por la calle República, dirigiéndose hasta el Paseo General Navarro o Plaza de la Coronación, donde la Banda de Música de la Municipalidad de la Capital le tributó honores a su paso con alegres acordes. Gran cantidad de fieles devotos se apostaron a lo largo del trayecto saludando con los pañuelos en alto. Entre aplausos y vivas, bordeó La Alameda bajando por la calle San Martín. Durante todo el recorrido, se meditaron los misterios del rosario a la luz de lecturas bíblicas y reflexionaron especialmente sobre la misión de los laicos en la Iglesia. Al llegar a la plaza 25 de Mayo, desbordada de devotos y peregrinos del interior catamarqueño y de otras provincias, los vivas y aplausos sonaron con mayor fuerza y los pañuelos se elevaron para saludar a la llena de gracia. Las campanadas de la catedral-basílica anunciaban su llegada al santuario y la multitud se unió en una sola voz para cantar el Himno Nacional. A su arribo al Paseo de la Fe, monseñor Urbanc colocó la imagen nuevamente en el trono festivo, y una vez ubicadas las autoridades civiles y eclesiásticas, el vicario general de la diócesis, presbítero Julio Quiroga del Pino, leyó el decreto por el cual se dio apertura al Año de los Laicos, que se extenderá hasta el 8 de diciembre de 2015, en el contexto de la Misión Diocesana Permanente. Para esta ocasión, el prelado escribió una carta pastoral dirigida al clero, a los consagrados y a los fieles laicos, que al finalizar la ceremonia fue entregada a las autoridades. Monseñor Urbanc se dirigió a la Virgen diciendo: "Madre querida de tus devotos hijos, y Madre paciente de tus innumerables hijos desagradecidos e indiferentes, suplicándote por todos aquellos de tus hijos que más necesitan de tu poderosa intercesión ante tu amadísimo Hijo Jesús; son muchísimos los que me han pedido que rece ante Ti y me comprometí a hacerlo. ¡Escúchalos y Escúchame! ¡Oh Madre del Amor Hermoso!" El prelado pidió a la Morena del Valle que acompañe a la diócesis en este año dedicado a los laicos y que los ayude "a tomar conciencia y a comprometerse con su misión en el mundo y en la Iglesia, así como Tú lo hiciste durante tu peregrinar terreno" y agregó: "Que sean dóciles al Espíritu Santo para anunciar con valor y claridad el mensaje de Jesús. Que descubran la belleza de formar y ser la Iglesia de tu amado Hijo Jesús y que atraigan con su santidad de vida a tantos y tantos que deambulan por la vida sin saber para qué existen y que teniendo que sufrir como todos no reconocen el valor salvífico de todo dolor humano a partir del Misterio Pascual de tu Hijo". Asimismo, le imploró que esté cerca de los sacerdotes catamarqueños, para que "nos ocupemos sin reservas y sin quejas o lamentos a acompañar a los miles y miles de fieles laicos con generosidad, prontitud, creatividad y alegría, de manera que este año de gracia, en el marco de la Misión Diocesana Permanente de muchísimos frutos en todos los ámbitos de la vida donde se desempeñan tus amados hijos, los fieles laicos". "Te pido esta gracia también para los numerosísimos laicos venidos de diócesis vecinas; que también en sus respectivas comunidades sean sal, luz y fermento para que el mundo que los circunda sea cada vez más de Jesús y como Jesús, que no vino a ser servido sino a servir y a dar la vida por todos", añadió. Por último, monseñor Urbanc rogó a la "querida Madre de Jesús Eucaristía, acompáñanos a todos los argentinos que vamos caminando hacia el undécimo Congreso Eucarístico Nacional que se llevará a cabo en San Miguel de Tucumán, del 16 al 19 de junio de 2016, en las vísperas de la celebración del Bicentenario de nuestra Independencia en esa misma ciudad. Haz que sea un acontecimiento de gracia para que los cristianos aportemos profundos cambios para la felicidad y prosperidad moral, material y espiritual de nuestra tan maltratada Patria". (Texto completo de las palabras de Mons. Urbanc) Renovación de las promesas matrimoniales El domingo 7 de diciembre, las familias rindieron su homenaje a la Virgen en el marco de una misa presidida por monseñor Urbanc y concelebrada por sacerdotes del clero local, entre ellos el delegado episcopal para la Pastoral Familiar, presbítero Eduardo López Márquez. En su homilía, monseñor Urbanc rogó por las familias para "que el señor san José y la Virgen María los sigan protegiendo, iluminando y motivando en la ardua, pero maravillosa y más importante tarea del ser humano sobre la tierra como es cuidar la vida de los nuevos seres humanos que Dios sigue y seguirá enviando a este mundo para que lo conozcan, amen y sirvan en esta vida y luego gocen de Él en la eternidad". Luego del rezo del Credo, los matrimonios presentes renovaron el compromiso matrimonial que realizaron el día de sus bodas tomándose la mano derecha. (Texto completo de la homilía) Los jóvenes tienen que vivir "en serio" su fe Durante la noche del sábado 6 de diciembre, los jóvenes homenajearon a la Virgen del Valle en el octavo día del novenario en su honor. Lo hicieron en la misa central presidida por monseñor Urbanc y concelebrada por el rector del santuario mariano, presbítero José Antonio Díaz; el responsable de la Pastoral Juvenil Diocesana, presbítero Lucas Segura, entre otros sacerdotes. En su homilía, el prelado expresó: "Cuánto nos tiene que preocupar y conmover la dolorosa situación en la que se encuentra la casi totalidad de nuestros jóvenes. Cuánto nos hemos descuidado los adultos, esgrimiendo justificaciones de lo más arteras, ridículas y despiadadas, para dejar en la intemperie de la vida a miles de jóvenes que no tienen la más pálida idea de para qué existen y que ignoran supinamente que Dios, por medio de la irresponsable ligereza de sus padres y la complicidad de padrinos y la comunidad toda, incluidos los pastores, han recibido los preciosos dones de la fe, la esperanza y la caridad, que si los hubieran cultivado a la luz del ejemplo y la enseñanza autorizada y creíble de sus mayores, hoy ellos serían de verdad la alegría, el rostro y la esperanza de Catamarca y de la Iglesia". "Pero no es así; y lo tenemos que reconocer; y tenemos que pedir perdón a Dios y a nuestra Madre del Valle porque no quisimos hacernos cargo de vivir en serio nuestra fe con todas sus consecuencias, a fin de no tener que dar testimonio ella delante de nuestros niños, adolescentes y jóvenes; hemos preferido fomentar la ignorancia para tener la cómica excusa del ?no sabía?, ?no me han dicho?, etc. Lo triste que el daño ya está y lo peor que no tiene arreglo, sólo nos quedará poner parches", sostuvo. (Texto completo de la homilía)