Memorias de un exembajador ante la Santa Sede

  • 20 de diciembre, 2019
  • Buenos Aires (AICA)
Memorias del sindicalista argentino Carlos Custer, que fue embajador argentino ante la Santa Sede.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) acaba de publicar “Carlos Custer. Apuntes de una vida”, de Marcelo Paredes, en una cuidada edición profusamente ilustrada e impecable diagramación.

El volumen compendia las memorias del sindicalista argentino Carlos Custer, quien llegó a ocupar importantes cargos en el escenario internacional, tanto en el ámbito sindical como diplomático. Así, en plena juventud Custer asumió la secretaría adjunta de la Confederación Mundial del Trabajo, para ser más adelante titular de la propia secretaría general de ese organismo.

A lo largo de sus páginas se desgranan múltiples experiencias del gremialista en el sindicalismo global, incluída la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y su relación con otros personajes de la vida política y social argentina y mundial.

Igualmente son dignas de interés sus actuaciones en el ámbito público y partidario, tanto en la democracia cristiana como en el peronismo y en otros espacios políticos que él mismo promovió. Merecen una mención en particular sus funciones de carácter legislativo, ya que en su momento fue elegido diputado nacional, cuyo fruto más importante fue la creación de la Universidad Nacional de Quilmes.

Un capítulo aparte merece su labor como embajador argentino ante la Santa Sede, donde llegó a conocer y tratar a varios pontífices. Su relación personal con el papa Francisco reconoce en cambio un origen anterior que reside en la participación de Custer en la Acción Católica y en otros organismos eclesiales. En tal sentido, particular relieve reviste su conocimiento de la Iglesia católica en la Argentina y en el mundo y su participación en ámbitos propios de significación como el Consejo Justicia y Paz tanto en su país como en la Ciudad del Vaticano.

Sin embargo, y más allá de una multitud de cargos y situaciones vividas en los más diversos escenarios internacionales, lo que con mayor nitidez reflejan estas memorias destinadas a ser privilegiada fuente de futuras investigaciones históricas, es la identidad cristiana del protagonista. Se trata en efecto la de Carlos Custer, tal como aparece reflejada en estas memorias, de una dilatada y fructuosa vida que encontró su más profundo sentido en el servicio de una lucha por la justicia social que él siempre comprendió inextricablemente unida a una espiritualidad cristiana. Sus memorias reflejan así la encarnación de un amor y una pasión encaminados a la búsqueda una s