Mons. Martorell: "Quien ama, ha elegido ser parte del Reino"

  • 27 de noviembre, 2014
  • Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Martorell, explicó que la fiesta de Jesucristo Rey del Universo propone celebrar el triunfo final del Señor cuando vuelva como rey glorioso a buscar los frutos de la redención. El prelado explicó que, al final de los tiempos, Jesús vendrá y juzgará según el amor que los hombres hayan tenido; por eso, alentó a abrir el corazón al misterio del amor divino y forjar un mundo nuevo.
El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Martorell, celebró la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, y explicó que esta fiesta propone celebrar el triunfo final del Señor cuando vuelva como rey glorioso a buscar los frutos de la redención. Monseñor Martorell explicó la liturgia de la palabra de la fiesta, y reconoció tres aspectos de la realeza del Señor. Comentando la segunad lectura, destacó que Jesús es el vencedor del pecado y de la muerte por su cruz y su resurrección. Al reflexionar sobre la lectura del libro del profeta Ezequiel, el obispo señaló que en el Antiguo Testamento ya se anunciaba la venida de un "Rey Pastor" que, lejos de aprovecharse de su pueblo, lo guiaría por el buen camino, en un reino guiado por la bondad y la mansedumbre. Al introducirse en el evangelio según san Mateo, el obispo explicó que, al final de los tiempos, Jesús vendrá y ante Él se congregarán todas las naciones. "Él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras", explicó. "El mismo Hijo del Hombre -añadió- que vino con humildad y sufrimiento a salvar el rebaño que el Padre le confió, volverá como Rey Glorioso al final de los tiempos para juzgar a los que fueron objetos de su amor y cuidado. Y así como Él los cuidó con amor, sobre el amor los juzgará". "Jesús -continuó- juzgará sobre la primacía del amor a Dios y prójimo, síntesis de su mensaje y la finalidad de toda su obra de la salvación. Quien ama, ha elegido ser parte del Reino, y el que no ama se excluye del mismo y en ese día, cuando vuelva el Pastor Rey, se confirmará su exclusión". Monseñor Martorell invitó a sentirse miembros del Reino de Cristo haciendo todos el esfuerzo de abrir el corazón a su misterio de amor, forjando en la gracia un mundo nuevo, donde el amor tenga espacio sobre la indiferencia, el relativismo y el egoísmo. "Prepararemos no sólo un mundo mejor, un reino de paz, de justicia y de esperanza para todos, sino también una plataforma real en la fe y el amor para esperar al Señor y su Juicio. Que la Virgen María, sede del amor de Jesús Rey, nos ayude a amar y servir a Dios y a nuestros hermanos", concluyó.+ Texto completo de la homilía