Amar a Dios y al prójimo es la clave que nos debe mover cada día
- 28 de octubre, 2014
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Río Gallegos (Santa Cruz)
El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D?Annibale, compartió una reflexión sobre el evangelio dominical, en el que Jesús dice a los fariseos que el mandamiento más grande es amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todo el espíritu, y al prójimo como a uno mismo. El prelado invitó a vivir este evangelio cada día de la vida.
El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D?Annibale, compartió una reflexión sobre el evangelio dominical, en el que Jesús dice a los fariseos que el mandamiento más grande es amar a Dios con toda el corazón, con todo el alma y con todo el espíritu, y al prójimo como a uno mismo. El prelado invitó a vivir este evangelio cada día de la vida.
Monseñor D?Annibale explicó que Jesús responde esta consulta dado que los fariseos se ufanaban de cumplir los diez mandamientos y otros cientos de leyes y preceptos a la perfección. Como maestro de la ley, la pregunta a Jesús iba en el sentido de reconocer una primacía de ciertos preceptos sobre otros.
"Nosotros también buscamos, como los fariseos, preceptos, O hay gente que se aleja de la Iglesia porque ha recibido más preceptos que otra cosa", observó.
"Cada maestro iba enseñando por dónde había que ir. Este maestro, que es el Hijo de Dios, responde lo que es en la actualidad la clave de la vida: «Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu; amarás a tu prójimo como a ti mismo». Es decir, amá y viví en paz", explicó el obispo.
"¡Qué síntesis la que vive Jesús!", exclamó, para luego continuar: "Él es verdadero Dios y verdadero hombre, y como hombre, nos enseña cómo tenemos que vivir los hombres. Él ama eternamente al Padre y vive en eterna alabanza al Padre, y Él ama al hombre, al prójimo, al que tenía al lado, por más que se haya equivocado. ¿O no se llevó al buen ladrón al Cielo, en el último instante? Amó hasta el final".
El obispo indicó que Jesús es el modelo del hombre nuevo, de la humanidad nueva, que enseña a amar a Dios y amar al prójimo y vivir de esta manera el día a día.
"Amar a Dios y amar al prójimo es la clave que nos debe mover cada día en el caminar. El prójimo es al que tenemos próximo: es mi esposo, mi esposa, mi hijo, mi hija, mi compañero de comunidad, mi jefe, mi súbdito, al que me encuentro en la calle", enumeró el prelado.
"Este mensaje es tan simple y tan profundo, que vivirlo nos llena de alegría. Estamos invitados a responder. Que este evangelio nos ilumine y nos llene de paz y de esperanza para ver que este mensaje de Jesús nos tiene que sostener en el día a día de nuestras vidas", concluyó.+