El Papa valoró las expresiones artísticas como "canales" de fraternidad

  • 13 de diciembre, 2019
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Audiencia con los organizadores y artistas del Concierto de Navidad en el Vaticano

El papa Francisco recibió hoy en audiencia a los organizadores y artistas del “Concierto de Navidad en el Vaticano”, que tendrá lugar mañana, sábado 14 de diciembre, ante quienes afirmó: “Dios viene donde hay hambre y sed de paz, hambre y sed de justicia, libertad y amor”.

El pontífice recordó que el tiempo que precede a la Navidad llama a todos a preguntarse "qué esperamos de la vida, cuál es el gran deseo que tenemos en el corazón".

“Ustedes también, con sus canciones, sacan a la luz o hacen resurgir en la mente de tantas personas esta sana ‘tensión’, tan humana. Después de todo, es Dios quien ha puesto este deseo, esta ‘sed’ en nuestros corazones. Y Él viene a encontrarnos en este camino. Ciertamente no en la vana compulsión de tener y figurar, no, allí Dios no viene, y uno no lo encuentra”, afirmó.

El Santo Padre se refirió también al pesebre que vuelve a proponer como “un signo sencillo y admirable del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios”. Es precisamente del pesebre, al que este año Francisco dedicó la carta Admirabile signum, del que “surge claramente el mensaje de que no podemos dejarnos engañar por la riqueza y por tantas propuestas efímeras de felicidad”.

“Nacido en el pesebre, Dios mismo inicia la única verdadera revolución que da esperanza y dignidad a los desposeídos, a los marginados: la revolución del amor, la revolución de la ternura. Desde el pesebre, Jesús proclama, con mansa fuerza, la llamada a compartir con los más pequeños como camino hacia un mundo más humano y fraterno, donde nadie sea excluido y marginado”, destacó.

“Estamos ante un misterio desconcertante en su humildad”, sostuvo, y agregó: “Dios es imprevisible y continuamente fuera de nuestros esquemas” y esto, aseguró, es una “invitación a no enorgullecernos y a saber captar la fuerza franca de cada pequeño gesto de buena voluntad”.

“El mundo necesita belleza para no hundirse en la desesperación”, dijo al recordar palabras de San Pablo VI: “Es lo que infunde alegría en el corazón de los hombres; es ese fruto precioso que resiste el desgaste del tiempo, que une a las generaciones y las hace comunicar en la admiración":

Por esta razón, indicó, “todos estamos llamados a construir ‘una aldea global de la educación’, en la que los que viven allí generen una red de relaciones humanas, que son la mejor medicina contra todas las formas de discriminación y aislamiento. En esta aldea, la educación y el arte se encuentran a través de los lenguajes de la música y la poesía, la pintura y la escultura, el teatro y el cine”.

“Todas estas expresiones de la creatividad humana pueden ser ‘canales’ de fraternidad y de paz entre los pueblos de la familia humana, así como de diálogo entre religiones”, subrayó.

El obispo de Roma manifestó su “aprecio a los salesianos y a Scholas Occurrentes por el empeño con el que llevan adelante sus proyectos en Amazonia con este espíritu de servicio”.

El 27° Concierto de Navidad en el Vaticano es promovido por la Congregación para la Educación Católica y este año relanza el compromiso del papa Francisco por la región Panamazónica, centro del reciente Sínodo de los Obispos.

Con el lema "Hagamos red por la Amazonía", el concierto apoya también dos proyectos de la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes y de las Misiones Don Bosco Valdocco Onlus, por los cuales el Papa expresó su profundo aprecio.+