Gran expectativa en la delegación argentina por la "Jornada Mundial de los Ancianos"

  • 26 de septiembre, 2014
  • Buenos Aires (AICA)
Para celebrar "la bendición de una larga vida", el papa Francisco se encontrará este domingo 28 de septiembre con más de 40.000 ancianos de todo el mundo, en lo que será un encuentro de diálogo, celebración y oración que algunos ya se animan a considerar la primera "Jornada Mundial de los Ancianos". El padre Gustavo Antico, que acompaña a la delegación argentina, habló con AICA acerca de las expectativas de este encuentro y la inspiración "argentina" que tiene esta convocatoria del obispo de Roma. El sacerdote anhela que el encuentro impulse caminos de una pastoral más cuidada y de cara a las necesidades de los ancianos.
Para celebrar "la bendición de una larga vida", el papa Francisco se encontrará este domingo 28 de septiembre con más de 40.000 ancianos de todo el mundo, en lo que será un encuentro de diálogo, celebración y oración que algunos ya se animan a considerar la primera "Jornada Mundial de los Ancianos". Como ocurre con todas las grandes convocatorias del Papa, la Argentina estará representada en el Vaticano por una delegación de 70 abuelos y adultos mayores. La representación de la Conferencia Episcopal Argentina partió hacia Roma con la compañía del padre Gustavo Antico, secretario de la Comisión episcopal de Apostolado Laico y Pastoral Familiar (Celaf) y responsable del Área de Adultos Mayores del Secretariado Nacional de la Familia (Senaf). Antes de embarcarse, el sacerdote habló con AICA acerca de las expectativas de este encuentro y la inspiración "argentina" que tiene esta convocatoria del papa Francisco. Los abuelos argentinos que estarán en la Plaza de San Pedro el domingo son exponentes de la diversidad de realidades que afrontan los adultos mayores en el país: los hay de la capital, del interior y de la Argentina profunda; hay quienes pudieron costearse el viaje sin inconvenientes, pero también hay quienes vienen de sectores humildes y lograron concretar este sueño por la mediación del mismo Papa. Entre los invitados personales del pontífice, estará Pedro Ramón Nícola, de 64 años, ordenado por el cardenal Bergoglio y autoproclamado "el primer diácono villero de la Argentina". Pedro escribió una carta a Francisco, y el obispo de Roma respondió diciéndole que no se preocupe por el dinero. Desde su ordenación, acompaña a los fieles de la parroquia María Madre de la Esperanza, de Villa Lugano. Para la delegación argentina, el viaje a Roma será en clave de peregrinación, y gracias a algunos contactos, duplicarán el encuentro con el Papa, ya que permanecerán en la Ciudad Eterna hasta la audiencia general del miércoles 1º de octubre. En ambas ocasiones estarán bien cerca del pontífice. Luego viajarán a Asís, para participar de la fiesta de san Francisco, y esperan también visitar Siena. En la iglesia de Santa Catalina de Siena, su rector, el padre Antico, conversó con esta agencia sobre las expectativas de los peregrinos. ¿Qué hay de cierto en que la "Jornada Mundial de la Ancianidad" es una iniciativa argentina? - Mucho? pero no la atribuimos a nuestra cuenta. Creemos que fue una moción que el Espíritu Santo fue suscitando en varias partes, y la Conferencia Episcopal Argentina fue una de las primeras en escribir al papa Francisco para pedirle que convoque a los adultos mayores, abuelos y ancianos a un encuentro mundial. Por conversaciones que tuvimos con el Pontificio Consejo para la Familia, sabemos que ellos estaban pensando en esta convocatoria. Nuestra carta avivó en ellos este deseo, y así avanzamos en el deseo y en la concreción. Luego aparecieron pedidos de otros países que confirmaron el camino. ¿Y cómo se logró el consenso antes de llegar al envío de la carta? - El Área de Adultos Mayores, que pertenece al Secretariado Nacional de la Familia (Senaf) y esta a su vez a la Comisión Episcopal de Laicos y Familia (Celaf), empezó a pedir un fuerte deseo de escribir a Francisco para que los convocara. En septiembre de 2013 formalizamos el pedido al presidente de la comisión, monseñor Andrés Stanovnik, y él me delegó para escribir un primer borrador de esa carta. En noviembre, los obispos en asamblea plenaria aprobaron en forma unánime y de muy buen ánimo el envío de la carta. En diciembre, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, escribió a Roma manifestando este pedido. La propuesta llega al mismo Santo Padre, que la recibió con alegría. En lo personal, pensaba que la convocatoria iba a demorar uno o dos años. El encuentro del Papa con los abuelos coincide con la jornada de oración por el sínodo extraordinario? ¿cómo interpreta este gesto del Papa? - Me pareció una propuesta muy inteligente y muy sabia. Este encuentro de diálogo y oración con los adultos mayores y el sínodo que va a tratar los temas de la pastoral familiar nos va a encontrar rezando, pero también nos sirve para ir tomando conocimiento de la realidad familiar argentina y también poder alentar el pensamiento de un plan de pastoral familiar orgánico en la Argentina. ¿El crecimiento de la expectativa de vida incita a repensar el lugar de los ancianos en las comunidades cristianas, y en la respuesta que desde la Iglesia se da a la tercera edad? - Creo que en la Argentina, en algunas diócesis y desde la Conferencia Episcopal, se alienta la reflexión sobre esta pastoral. Pero esta convocatoria del Papa es un nuevo impulso para madurar nuestra reflexión y nuestra acción concreta con los adultos mayores y ancianos. Los que conocimos al arzobispo de Buenos Aires sabemos que en este tema nos ha señalado la necesidad que tenemos como sociedad e Iglesia de celebrar a aquellos que guardan la sabiduría y el tesoro de nuestro pueblo? El cardenal Bergoglio solía almorzar cada domingo en el Hogar Sacerdotal del barrio de Flores, donde viven los curitas ancianos? - Hay una gran audacia en el papa Francisco a escucharlos y abrirnos hacia ellos. Creo que el futuro de nuestro pueblo y de nuestra Iglesia no debería prescindir de la palabra sabia, madura, reposada y orada de muchos hombres y mujeres que han hecho camino perseverante y fiel. No me cabe duda de que esta convocatoria busca darle un impulso a esta pastoral del cuidado de los ancianos. ¿Cómo se imagina el encuentro del domingo? - Creo que va a ser como un gran regalo que Francisco y los adultos mayores se van a dar. El Papa ha sabido mirarlos y valorarlos, y aquellos que viajan sin duda van muy animados a su encuentro. Creo que este encuentro es un regalo que Francisco se hace. Va a ser algo que va a disfrutar muchísimo: su rostro, en este tipo de encuentros, muestra mucha consolación y mucha alegría. Ojalá sea un hito que nos coloque en una nueva etapa. Quisiera que nos devuelva al trabajo buscando caminos de una pastoral muy cuidada y muy de cara a aquellos que guardan el tesoro de la vida. Por eso el Papa habla de la "bendición de una larga vida". Tenemos mucho que contemplar y escuchar de ellos, en la riqueza de su vida de fe. Nuestra sociedad lo necesita y lo reclama y no lo debe dejar ir.+